Alcaldes y concejales de la izquierda abertzale en diversas localidades navarras comparecieron ayer en Iruñea para alertar de que el Ejecutivo de UPN-CDN «pretende que los ayuntamientos sean los principales paganos de la crisis», al tiempo que denunciaron «el ocultamiento del recorte de los fondos destinados a las entidades locales».

«El Gobierno de Navarra ha anunciado a bombo y platillo el aumento en un 6,8% de la partida del fondo de participación de las Haciendas locales, pero lo que no ha dicho es que en las diferentes partidas de transferencias de capital destinadas a las entidades locales se produce un recorte del 180%, es decir, que hay 63 millones de euros menos para los Ayuntamientos», alertó el concejal abertzale en Berriozar, Fermin Irigoyen, que compareció acompañado de la teniente de alcalde de Lakuntza, Ohiane Uribetxerria, y otros representantes municipales independentistas.

Además, denunció que en el proyecto presupuestario para el año próximo, se plantea un recorte de cerca de 46 millones en las partidas dirigidas a la financiación municipal, lo que supone «una disminución del 20% del total de los recursos en comparación con la cantidad destinada en 2008».

En esa línea, el edil de Berriozar afirmó que «pretenden que seamos los ciudadanos navarros quienes paguemos la crisis generada por las políticas neoliberales y las grandes entidades financieras», por lo que denunció que el Ejecutivo navarro ha decidido «limitar aún más el escasísimo margen de maniobra de los Ayuntamientos para hacer la política social necesaria para hacer frente a esta situación y sus consecuencias».

Situación «insostenible»

Irigoyen quiso recordar que año tras año «el porcentaje que se destina a entidades locales es cada vez menor; del 25% de los ingresos que se recogían en la década de 1980, hemos pasado a cerca del 6% actual», una circunstancia que en su opinión «hace insostenible la situación económica de los Ayuntamientos». «La autonomía municipal está limitada, casi anulada, debido al sistema de financiación que hoy en día se utiliza en Navarra, donde las partidas de libre utilización son irrisorias, y lo que llega, además de escaso, está condicionado a inversiones y proyectos que al Ejecutivo le parezca oportuno co-financiar».

Ante esa situación, los electos abertzales plantearon varias medidas en favor de la defensa de la autonomía municipal. «Es necesario cambiar a un modelo de financiación municipal que permita contar a los Consistorios con la capacidad económica y de decisión sobre sus políticas, la puesta en marcha de un marco general estable y suficiente, así como destinar no menos del 25% del total recaudado por el Gobierno al fondo de Haciendas Locales, para su reparto a las entidades municipales», requirieron, además de «mayor descentralización de competencias en poder del Ejecutivo de Iruñea».