La votación del acuerdo de seguridad firmado con EEUU, que fija el marco legal que amparará a los cerca de 150.000 soldados estadounidenses presentes en el país árabe cuando expire -a finales de este año- el mandato dado por la ONU, se tenía que haber celebrado ayer. Pero durante la sesión se decidió su aplazamiento hasta hoy para dar más tiempo a las negociaciones de cara a limar las últimas diferencias y que sea aprobado por una amplia mayoría.

«Existe una atmósfera positiva (con vistas a la votación de hoy), ya que los dirigentes de los grupos políticos han llegado a un consenso sobre todos los puntos del acuerdo, a excepción de uno», afirmó el presidente del Parlamento, Mahmud al-Machadani, quien no detalló cuál es el punto de la discordia.

Las tropas estadounidenses, principal apoyo de las autoridades iraquíes, sólo pueden quedarse en el país hasta el 31 de diciembre, de acuerdo con el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU. El pacto que se negocia desde marzo y que ha recibido ya el visto bueno del Consejo de Ministros extiende hasta finales de 2011 su presencia. Si este documento no es aprobado existe la posibilidad de que se prorrogue el mandato dado por la ONU a las tropas ocupantes.

En las últimas horas, varios diputados plantearon que el cumplimiento inicial de los compromisos recogidos en el acuerdo sea sometido a referéndum, lo que no retrasaría su entrada en vigor, aunque sí se pediría su extinción o renegociación en caso de que el resultado fuera de incumplimiento.

30 de julio

La idea fue lanzada por el diputado Iyad al-Samarraï, del frente del Consenso Iraquí, la principal alianza política suní, quien consideró que un pacto tan importante tiene que ser «convincente» para garantizar la soberanía iraquí. Al-Samarraï añadió que, si no se incorpora la idea de la consulta, los diputados de ese grupo no votarán a favor del pacto.

«No es el Parlamento el que debe pronunciarse sobre este acuerdo, sino el pueblo iraquí el que el 30 de julio en referéndum debe juzgar su cumplimiento seis meses después de su entrada en vigor», indicó el consejero iraquí de Seguridad Nacional, Mouaffak al-Roubaïe. «El referéndum es un asunto iraquí y los estadounidenses deberían comprender nuestras dificultades», agregó.