La izquierda abertzale anunció ayer que sus compromisarios votarán mañana en contra de la operación de fusión entre BBK y Kutxa al considerar que las dos direcciones, «y quienes les mandan, el PNV», han actuado con «falta de compromiso» y «total irresponsabilidad» al no tener en cuenta la opinión y una serie de condiciones de este colectivo.

En rueda de prensa, Arantza Urkaregi y Joxean Urkiola, representantes de la izquierda abertzale, criticaron un proyecto «mercantilista y partidista» y recalcaron que las dos cajas «no han tenido en consideración los intereses de la ciudadanía de Euskal Herria» ni la «función social».

En este sentido, el colectivo afirmó que la dirección de Kutxa y BBK apuesta por «una Caja que mira a España», por «imponer un marco estatal de relaciones laborales», y por «continuar con inversiones especulativas en el Estado español», en lugar de abordar «la creación de viviendas sociales de alquiler en Euskal Herria», y por «incluir a Navarra en otros territorios, en el Estado español».

Apoyar el sector primario

Asimismo, la izquierda abertzale pidió a los responsables de ambas Cajas que la entidad resultante de la fusión «abandone inversiones especulativas, como el TAV, la incineradora o el puerto exterior de Pasaia» y, del mismo modo, que se «apoye el sector primario».

Por todo ello, los dos representantes llamaron a la ciudadanía a concentrarse delante de las Asambleas Extraordinarias que la Kutxa y BBK celebrarán mañana para votar el proyecto de fusión, a las 17.30 en el edificio de la Ola de Sondika, y a las 19.00 en la sede de la caja guipuzcoana en la calle Andia de Donostia.

Mientras en la entidad vizcaina se cuenta con los apoyos suficientes, en Gipuzkoa no están garantizados. La aprobación precisa de dos tercios de los asistentes (67) a las asambleas, que están compuestas por 100 representantes.