12º Congreso de ELA: José Elorrieta deja paso a Adolfo Muñoz
«ELA es un ejemplo a nivel internacional por su lucha»
En su intervención ante los 736 delegados sindicales y representantes de organizaciones internacionales ha dicho que se siente fascinado por el sindicalismo vasco.
Sí. Así lo he dicho ante el congreso. ELA es una organización que estaba integrada en las dos internacionales que dieron lugar, hace dos años, a la CSI. No me meto en debates internos, pero ELA ha dado un sentido al sindicalismo vasco que es diferente al que hay internacionalmente. Está muy pegada a la realidad de su territorio y es, así lo entiendo, una manera eficaz de hacer sindicalismo en defensa de los trabajadores. Es un sindicato fuerte y un ejemplo de modelo a nivel internacional por su rigor en la defensa de los trabajadores vascos.
Ante la crisis económica actual, ¿la esperanza de los trabajadores se encuentra en los sindicatos?
La OIT afirma hoy mismo que los salarios reales de los trabajadores del mundo van a bajar más en 2009 y van a producirse más pérdidas de empleo, por encima de las previsiones iniciales de 20 millones de empleos destruidos. Será mucho peor. Tenemos que estar organizados ante este futuro que se nos presenta. Porque la economía real está amenazada. Todos los datos son catastróficos. Tenemos que actuar para que no sean los trabajadores los que paguen los excesos de la avaricia.
¿Qué se puede esperar tras la Cumbre de Washington ?
Poco o nada. Nuestro planteamiento fue que se deberían producir cambios fundamentales en la economía globalizada para evitar que esta situación permanezca en el tiempo, una vez que se pongan a salvo las grandes empresas y los intereses financieros. Sin embargo, la respuesta es insatisfactoria. Porque no se plantea un plan coordinado a nivel mundial para recuperar la economía real y proteger el empleo. Tampoco pretenden poner fin a la creciente desigualdad, ni avanzar en un sistema mundial de gobernanza que evite estas situaciones.
¿Se mantiene el peligro para los trabajadores?
Claro. Tenemos el peligro de que una vez que se apague el fuego que se ha producido en los mercados internacionales, que está afectando a la economía real, todo vuelva a ser como antes. Tenemos que luchar para lograr que no se vuelva al pasado, en el que los trabajadores somos los grandes perdedores frente a las grandes intereses financieros y económicos.J. BASTERRA