La Ertzaintza halla el cadáver de Gaizka Etxebarria y arresta a tres personas
La Ertzaintza halló ayer a la mañana en una zona de monte del barrio de San Cristóbal de Sopuerta el cadáver del santutxuarra Gaizka Etxebarria Urkiza, desaparecido 16 días antes. La localización del cuerpo se produjo tras la detención de tres personas implicadas en el caso.Agustín GOIKOETXEA |
Los peores augurios de la familia y amigos de Gaizka Etxebarria Urkiza se confirmaron ayer, cuando el Departamento de Interior de Lakua informaba de la detención por la noche de tres personas supuestamente implicadas en la desaparición de este vecino de Santutxu y el descubrimiento de un cadáver. Los arrestados son dos hombres de 21 y 20 años y una mujer de 19, pareja de uno de ellos y conocido de la víctima.
Los allegados del santutxuarra aseguraron a este diario que al parecer los detenidos son aquellos a los que ellos señalaron desde el principio como relacionados con el caso. Uno de ellos, apuntaron, es el supuesto comprador de un BMW M3 que Etxebarria pretendía vender por 27.000 euros en efectivo, según las primeras versiones que barajaron y que difundieron a los medios de comunicación.
Tras las declaraciones efectuadas en comisaría por los arrestados, agentes de la Policía autonómica centraron sus pesquisas en localizar el cuerpo del joven desaparecido en una zona de monte del barrio de San Cristóbal de Sopuerta. A pesar de que los detenidos no facilitaron el emplazamiento exacto del cadáver, los ertzainas con la ayuda de dos perros marcaron, por separado, el lugar donde, en principio, podía hallarse.
Una vez identificada la ubicación, a las 10.30, los policías procedieron a desenterrarlo y a profundizar en la investigación. A las 16.30, el juez ordenó el levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Bilbo, donde se le practicó la autopsia. Allí fue donde los familiares confirmaron que se trataba de Gaizka Etxebarria Urkiza, cuya desaparición habían denunciado en comisaría el 12 de noviembre.
Fuentes policiales desvelaron al tiempo que la víctima, que estaba maniatado, recibió cuatro disparos en la cabeza, además de que presentaba una veintena de heridas de arma blanca en la espalda. El móvil del homicidio, revelaron, está al parecer relaciondo con una deuda económica que uno de los arrestados mantenía con Etxebarria.
A raíz de las pesquisas, la Ertzaintza considera que el joven, de 30 años, viajó a Sopuerta con el BMW 3M que pretendía vender el mediodía del 11 de noviembre junto con otras dos personas, que se desplazaron en otro vehículo. Este coche, según los investigadores del caso, había sido sustraído poco antes.
A las 14.30, Gaizka Etxebarria telefoneó a su compañera informándole de sus planes y de que en una hora estaría de regreso en su domicilio. No llegó y la alarma saltó cuando su esposa llamó por teléfono a la tienda de venta de material para el cultivo de cáñamo que regentaba la víctima en Santutxu. Nada más se supo de él. Los allegados efectuaron incesantes llamadas a su móvil, que no sirvieron de nada, pues la operadora les comunicaba que estaba apagado o fuera de cobertura.
La Ertzaintza centró sus investigaciones sobre los supuestos compradores del vehículo de segunda mano, que, según se desveló ayer, cayeron en numerosas contradicciones, tal y como ya denunciaron al inicio de la búsqueda sus amigos. A este se le imputa ser el autor material de los disparos contra Etxebarria. Además, se quedó con el BMW 3M del fallecido y con su documentación para realizar la transferencia del mismo a su nombre en Tráfico.
La noticia de la muerte de Etxebarria corrió como la pólvora en Santutxu, donde regentaba una tienda de venta de material para el cultivo de cáñamo. Los allegados no albergaban esperanzas de hallarlo con vida.
El vehículo con el que los arrestados acompañaron a la víctima hasta Sopuerta era robado. En él, según la Ertzaintza, se trasladó el cadáver de Etxebarria hasta una zona montañosa. Luego apareció quemado.
La Policía autonómica baraja la hipótesis de que el santutxuarra acompañó a los dos detenidos hasta Sopuerta para venderles un BMW 3M y solventar una deuda económica con el supuesto autor material del crimen.