Nació en Mañueta (Baños de Ebro), en Araba. Tiene 49 años y participó «con pantalones cortos» a sus 17 años en el tercer congreso de ELA en Euba. Coge las riendas con el firme propósito de avanzar hacia la soberanía de Euskal Herria y la mejora de las condiciones de los trabajadores.

¿Por qué ha dicho que ni los gobiernos ni los empresarios quieren cambiar su posición neoliberal?

Ante la crisis lo que han hecho es poner todo el instrumental al servicio del capital y de la patronal. No quieren cambiar nada de lo esencial, es decir, del reparto de la riqueza, porque son los defensores del neoliberalismo. Desde luego en ELA no vamos en el mismo barco. Ellos quieren consolidar los privilegios que todavía tienen unos pocos. Rebajan impuestos a los empresarios y a cambio nos prometen nuevas reformas para abaratar el despido y hacerlo más fácil. Lo que quieren hacer es aprovecharse de la crisis para que la clase trabajadora salga más debilitada.

¿Qué va a hacer ELA?

Vamos a movilizar a la sociedad, porque los poderes políticos y los empresarios son vulnerables al trabajo social organizado. Las políticas neoliberales que aplican los gobiernos no cambiarán si no hay movilización social. Tenemos que llegar al último rincón de Euskal Herria para explicar que la crisis sólo va a beneficiar a los empresarios.  

Ha criticado con dureza al Gobierno de Ibarretxe

Sí, porque no ha cumplido ninguna de las apuestas que ha realizado a nivel político, social y económico y, en cambio, ha generado frustración para los abertzales. Está claro que se ha aliado con la patronal en las políticas antisociales. En materia política ha confundido el proyecto soberanista con el camino electoral. En materia laboral, ha buscado a la minoría sindical para cerrar los acuerdos. En realidad, ya no les creemos. No aceptan que haya ámbitos de acuerdo y desacuerdo. Si hay crítica, no aceptan nada. Son autoritarios. No nos molesta que firmen con otros, sino que vulneren las reglas democráticas sobre la mayoría, porque firman con la minoría.

A nivel político, ¿qué nos espera del futuro inmediato?

El tema está como está. Hay cosas que no dependen de ELA, que manifiesta que el neoliberalismo resta. Los neoliberales no están por la labor de hacer planteamientos soberanistas. El referente soberanista está en otros lado, no en ése. A partir de ahí, hay que eliminar los problemas que existen e insisto, una vez más, en que la lucha armada es un obstáculo para abordar ese problema, que no está en nuestra mano.

¿Ha planteado que se debe de ir a una nueva negociación política?

Lo que he dicho es que aparentemente la negociación está bloqueada. Los agentes principales dan a entender que no hay negociación. Lo que ELA dice es que tiene que haber negociación, aunque hay cosas importantes que se tienen que resolver. ELA  señala que si la negociación se vuelve a plantear sobre el principio de la simultaneidad entre conflicto político y armado nos parece un nuevo error.

¿Para cuándo la alianza con LAB ?

La mayoría sindical sabe dónde están los problemas mejor que nunca. Tenemos que hablar de las diferencias para intentar superar la situación. ELA desea y necesita coincidir con niveles de intervención con LAB. 

¿Cuáles son los problemas ?

La situación hoy en materia de negociación colectiva indica que la coincidencia es la excepción. Cuando me refiero a buscar niveles comunes de intervención, me refiero a que hay que alcanzar niveles de homogeneidad de los planteamientos de intervención sindical. Luego está el tema de las reglas de juego democráticas. No entendemos un marco vasco de relaciones laborales en el que esas reglas no sean claras. Una de las claves es el respeto a las mayorías. Este es  el elemento que también hemos criticado   del Gobierno vasco, que firma en minoría. Nuestra voluntad es alcanzar un acuerdo estable con LAB.

J. BASTERRA�