Acostumbrado a abrumar a sus rivales, como el domingo al Murcia en casa o al mismo Joventut en el mismo escenario hace justo una semana, un Baskonia irreconocible e inconsistente recibió un severo correctivo de esos que tanto duelen en un choque sonrojante en el que los azulgranas batieron sus récords negativos, como encajar 105 puntos o 36 en un cuarto, algo que nunca había sucedido en la historia moderna del club. Como el Baskonia ayer, la derrota inflingida por el Joventut a un apático Tau no tuvo defensa alguna, pese a que la reacción final hizo soñar con que la heroica podía rebajar el sonrojo.

Tenía mucha razón Ivanovic en la previa -lamentablemente no estuvo tan fino a la hora de dar con la solución al desagüisado- cuando predijo un partido muy distinto al del jueves pasado en liga, pero seguro que ni él mismo se imaginaba que su equipo pudiera ser tan distinto, no ya de una semana a otra, sino dentro del mismo partido. Y es que, amparado en la superioridad interior de Splitter, el Baskonia compensó los malos porcentajes iniciales. Con los dos equipos muy fallones, el rebote y los puntos del brasileño, 13 en el primer cuarto, los gasteiztarras se fueron 15-26 al término del primer cuarto.

Sin embargo, incomprensiblemente el equipo se desconectó tras un triple de Rakocevic que colocaba el 25-34. De repente, a los baskonistas se les fundieron los fusibles, se borraron en defensa y encajaron un parcial de 14-0 en cuatro minutos de sonrojo, en el que Ivanovic lo probó con casi todos pero no dio con un quinteto sólido. Frenados Prigioni -sin recambio- y Rakocevic, el ataque azulgrana se desbaneció, mientras que en defensa, especialmente Mallet se puso las botas, desde el exterior, para sumar un vergonzante -36 puntos de parcial, algo inédito en la historia del club.

Sólo a ráfagas

Hubo reacción, pero esta llegó demasiado tarde y sólo sirvió para rebajar y maquillar el siniestro. El Baskonia tuvo momentos de acierto, pero el equipo gasteiztarra careció de la consistencia necesaria para culminar la remontada imposible.

El acierto de Teletovic con un triple y un 2+1 imposibles dio pie a creer en el milagro, colocando a su equipo a tres (100-97) a falta de 1,54, pero como sucedió durante todo el partido, un jugador muy limitado como Edu Hernández Sonseca hizo números de MVP de la jornada creciéndose bajo el aro para sumar 24 puntos y 10 rebotes.