Los New York Knicks están inmersos en plena crisis. Aunque parece que todo viene de lejos, el último capítulo del culebrón que interpretan Stephon Marbury y Mike D'Antoni en la gran manzana comenzó a mediados de la semana pasada. Starbury se negó a enfrentarse a los Detroit Pistons por razones que se desconocen. La franquicia neoyorquina tomó medidas drásticas: el base ha sido multado con 400.000 dólares y apartado del equipo hasta hoy.

Las únicas explicaciones que Marbury ha dado al respecto apuntan al entrenador D'Antoni como único culpable. Dardos afilados y culpabilidad máxima para un D'Antoni que trata de poner algo de orden en Manhattan, un territorio abocado al desorden desde hace una década. Y es que Marbury, que sólo ha disputado tres partidos de pretemporada, asegura que el técnico jefe lo apartó del equipo desde su llegada.

«D'Antoni generó ésto desde el comienzo», declaró Marbury a un rotativo estadounidense. «¿Por qué creó esta situación? Yo llegué listo para jugar, concentrado, asumiendo el papel que me iba a tocar, pero ellos fueron categóricos y me insistieron que no me querían, no entraba en sus planes y les respondí que perfecto», subrayó.

Stephon Marbury lo tiene claro, su relación con D'Antoni, o más bien, su falta de relación, es comparable a la de un matrimonio que ha quemado una etapa y en la que cada uno de sus miembros tiene que comenzar a vivir separado del otro.

Marbury añade más leña al fuego asegurando que nunca se negaría a jugar un partido porque conoce los problemas que le acarrearía un capítulo de insubordinación. Pues bien, esos problemas ya los tiene encima.

«No tengo control de la situación, son ellos los que me han puesto en el asiento trasero del automóvil y por lo tanto no tengo ninguna responsabilidad en la manera como se lleva el asunto», comentó Marbury.

El club cierra filas

El argumento de los Knicks es que no les importa el origen del conflicto entre Marbury y D'Antoni, pero que lo que no pueden tolerar es que un jugador con 21.5 millones de dólares de ficha para este año, se niegue a participar en un encuentro.

«Debido a que Marbury se negó a jugar a petición del entrenador, no tuvimos más opción que tomar medidas disciplinarias», explicó en un comunicado Donnie Walsh, presidente de los Nueva York Knicks.

Se espera que hoy mismo las partes afectadas aclaren posturas de lo contrario, los Knicks tendrán que tomar una nueva decisión.

A Marbury se le complican aún más las cosas cuando ni siquiera sus compañeros de equipo lo apoyan. De hecho, existe un malestar generalizado en la plantilla desde que Marbury no jugase ante los Pistons en Auburn Hills tras la lesión del base titular de Nueva York, Nate Robinson. Por si fuera poco, Marbury no se presentó en la cancha para enfrentarse a los Golden State Warriors en el siguiente encuentro, dejando a sus colegas en la estacada.

Ante ese malestar, Marbury niega haber dado la espalda al equipo; todo lo contrario, asegura que siempre estuvo dispuesto a ayudar pero que fue D'Antoni, quien no le dejó participar en el juego.