El Gobierno de Lakua, a través de una declaración institucional leída en Bilbo por la propia vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, responsabilizó ayer a PP y PSOE por un lado, y a la izquierda abertzale por otro, del fracaso de la fusión entre BBK y Kutxa. A los primeros, la vicelehendakari les acusó de actuar electoralmente para vetar una iniciativa que hubiera permitido a la CAV «jugar en la Champion del mundo financiero», mientras que a la izquierda abertzale le recriminó estar instalada en el «no» permanente. Zenarruzabeitia no ahorró contundencia a la hora de calificar la actuación del PSOE, de quien dijo que «su cinismo político adquiere grados superlativos», que es «como el perro del hortelano, ni hacen ni dejan hacer», a la vez que calificaba a sus dirigentes de «hipócritas» por «valerse de los votos, según ellos `contaminados', de la izquierda abertzale para constituir una auténtica minoría de bloqueo».

La dirigente jelkide, además de pasar por alto cualquier responsabilidad de su propio partido por lo precipitado de una operación en la que, por su prepotencia, se ha encontrado en frente a la mayor parte de los agentes políticos y sindicales vascos, olvida que ese partido en el que milita pactó anteayer en Madrid con los que ahora llama hipócritas y cínicos, y que, día sí y día también, insiste en brindarles acuerdos políticos en clave de subordinación.