La decimocuarta Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (UNFCCC), arrancó ayer en Poznan, Polonia, con la asistencia de 192 países que debatirán el futuro del planeta y la influencia del presidente electo de EEUU, Barack Obama, en la lucha contra el cambio climático.

«Los científicos comparten la visión de que un aumento de la temperatura superior a dos grados tendrá consecuencias irreversibles en prácticamente todos los ecosistemas», manifestó el primer ministro polaco, Donald Tusk, en la inauguración de la conferencia. Su presidente y ministro de Medioambiente, Maciej Nowicki, alertó de las inmediatas consecuencias de la contaminación, entre las que citó «las grandes sequías e inundaciones, ciclones que incrementarán su poder destructivo, epidemias, un dramático descenso de la biodiversidad, conflictos sociales e incluso armados, y migraciones a escala impredecible».

Unos 8.000 delegados de todo el mundo participarán en la cita de Poznan. Cientos de activistas de organizaciones ecologistas también expresarán su visión del problema. Greenpeace, por ejemplo, instaló una escultura de tres metros de alto, que representa la Tierra al borde de la destrucción a causa de una ola gigante de CO2.

Paso previo a Copenhague

Las dos semanas de sesiones supondrán el punto intermedio de las negociaciones que deben alumbrar el próximo año en Copenhague un nuevo acuerdo en torno al régimen climático internacional de reducción de emisiones de CO2 que sustituirá al Protocolo de Kioto a partir de 2012. El secretario general de la ONU será el encargado de clausurar este evento el día 12.