Kulturaren sortzaile iraultzaile baten agurra
De la casa matriz
Juan GORRITI Artista
Lo hablamos más de una vez. Que los árboles no mueren, que caminan con el vuelo de la semilla y la fuerza del viento, y recorren kilómetros de distancia inalcanzable. Y con Mikel pasa lo mismo. Porque, si a algo se le parece, es al tejo, el árbol ancestral de Euskal Herria, y ése es de los que nunca mueren; van caminando, en silencio, aunque su paso sea invisible. Estamos aquí; en Batzarre, bautizada para siempre por ti como «la casa matriz», con el fuego, el jamón y el vaso de vino: la botica y la rebotica y la sanadora siesta. Txaro, Jon y los tres, contigo y con Marisol, con Agurtzane y con Izaro. Sabías que lo verdadero está en lo simple y nada tan simple como este espíritu de la «casa matriz» al que has añadido tu presencia a lo largo de estos años. Aquí queda. Como del humo del fogón, Batzarre se ha impregnando de Mikel Laboa, de sus visitas a media tarde, de su hablar pausado y tranquilo. Hay un nudo de sentimientos en cada pared de la casa, un lazo de cariño en cada paso de la escalera que sube a la cocina. Es un día frío el de hoy en el valle de Araitz. Y desde el tejo más viejo de la sierra de Aralar acaba de venir volando un grupo de pájaros de colores. Cantan con Mikel Laboa.