«La fusión de BBK y Kutxa fracasó porque el PNV no quiso negociar»
Joxean Urkiola desgrana cuáles han sido las claves del fracaso de la fusión entre BBK y Kutxa. Entre ellas, señala la «prepotencia» del PNV, que negoció a espaldas de quienes ostentan la mayoría de la representación en ambas cajas dentro de Euskal Herria y prefirió el modelo estatal de CCOO.
Juanjo BASTERRA |
Aunque parecía que la fusión entre BBK y Kutxa estaba cerrada, las votaciones pusieron a cada uno en su sitio. Todo estaba listo para estrenar el logotipo y los carteles de la nueva entidad, pero falló, a juicio de LAB, el no haber apostado por la negociación en un proceso en el que llama la atención las prisas de los presidentes de ambas cajas por llegar a la fusión.
Este nuevo proceso se inició en julio y se ha votado en noviembre. En medio, el PNV pactó un acuerdo con CCOO que implicaba la aplicación del modelo estatal, en vez del vasco de relaciones laborales para esta caja de Euskal Herria.
El fracaso de la operación es del PNV, BBK y Kutxa, pero también del Gobierno de Gasteiz que desde el 2005, cuando se intentó la fusión a tres con Vital, sabía que tenía que modificar la ley de cajas y no lo ha hecho. La decepción también alcanza a CCOO, que intentó aprovecharse de su mayoría estatal para «tocar» poder y enormes ayudas económicas.
¿Es necesaria una única caja vasca unificada?
Sí, por supuesto, pero lo importante es fijar el modelo y conocer a quién va a servir, si a los ciudadanos y a este país, o a los intereses partidistas y mercantilistas como pretendieron con el último proyecto que presentaron el 28 de noviembre para dos de las cajas, Kutxa y BBK.
Siguiendo la interpretación pública que hace unos días hizo el presidente de Kutxa, Xabier Iturbe, ¿quién «ha matado» el proyecto de fusión?
Quienes han sido incapaces de negociar, al menos con LAB, y han pretendido imponer un proyecto sin contar con los votos necesarios y suficientes. Querían una adhesión con un cheque en blanco y nosotros, sin embargo, les pusimos encima de la mesa un modelo que han rechazado y, por lo tanto, se negaron a negociar, lo que demuestra, entre otras cosas, su prepotencia.
¿Cuáles son, a su juicio, los tres principales errores que BBK y Kutxa han cometido en este segundo proceso, el de la fusión a dos? Ya intentaron la fusión a tres, aunque antes ya se produjo otro intento del PNV, si miramos un poco más atrás, con el fracasado banco público vasco, por ejemplo
El primero es apoyar un modelo que no apuesta por servir a la sociedad vasca y a este país, ni función social, ni plural ni participativo y que apuesta por un marco estatal de relaciones laborales cuando se dice que es la «Caja de Euskadi». El segundo error, a mi juicio, es que ambas cajas fijaron una negociación excluyente, basada en el reparto de prebendas, puestos en el consejo, «ayudas» a las secciones sindicales de hasta 65.000 euros anuales. Además, como he comentado es que ni han querido negociar con LAB, a pesar de haberles tendido la mano.
¿El tercer error?
El tercero es que ha defendido intereses políticos y partidistas, tanto de quienes la han promovido para controlarla (PNV) como desde el PSE para oponerse, ninguno de ellos tiene voluntad de acordar un verdadero modelo que beneficie a la sociedad y a Euskal Herria. Es así.
¿Por qué se renuncia, de forma previa, a una fusión a cuatro, teniendo en cuenta que el ámbito de las cajas es de Euskal Herria?
El PNV no toca, ni va a tocar, poder en Caja Navarra (CAN) y, por ello, no le importa que la CAN no esté en un proyecto estratégico para todo Euskal Herria. Es más, a Nafarroa la incluían con el Estado español en «otros territorios» en los estatutos y reglamento que presentaron en su proyecto de fusión. Nosotros la importancia no la damos si es a dos, a tres o a cuatro, si no si se hace un proyecto financiero para todo Euskal Herria que apueste y refuerce su tejido productivo y su función social. Para nosotros Nafarroa, como Araba, debe estar incluida en el proyecto estratégico que se quiera articular de la futura caja, un proyecto financiero que atienda a las necesidades de este país y a su ciudadanía desde un modelo social. Esa es la principal motivación que consideramos.
¿Han tenido voluntad de negociar BBK, Kutxa y el PNV?
Ninguna. Hemos tenido una sola reunión. Desde LAB les planteamos nuestras propuestas y les dijimos que estábamos dispuestos a negociar. Les preguntamos si estaban dispuestos a pasar la «prueba del algodón» sobre su proyecto. La respuesta, como estos últimos años, fue el silencio y su negativa a negociar nada de nada. Hace tres años que el presidente de BBK, Xabier Irala, tiene sobre su mesa una carta de LAB con el guión propuesto en el que le emplazábamos a negociar cuanto antes y nuestra total disposición para llegar a un modelo de caja que responda a su labor social y para todo Euskal Herria. No han querido negociar pero, públicamente, han hecho llamamientos a la responsabilidad a fin de conseguir esos votos necesarios que, en otras ocasiones, la izquierda abertzale les ha dado como en el «Plan Ibarretxe» o la consulta para que luego respondan como lo han hecho, nada de nada. Querían votos pero no querían negociar. Querían sumisión, pero se han encontrado con propuestas concretas a las que ellos han dicho «no» y, por tanto, hemos actuado en consecuencia. No podíamos apoyar su proyecto. Ofrecimos una alternativa, que se la presentamos, y que estamos convencidos que cumple los objetivos a abordar para el futuro.
¿Por qué el PNV concedió tanto valor a CCOO en este proceso, que le llevó a un pacto directo dejando fuera al resto de formaciones?
Para el PNV, negociar con CCOO era lo mas fácil, no le pondría muchos problemas. Con ellos suele firmar casi todos los convenios. Con unas pocas prebendas, ayudas y puestos en los órganos de la nueva entidad, se conformarían y, además, neutralizaban la representación de la mayoría de trabajadores vascos extendiéndola a todo el Estado y, a partir de esa decisión, todos los convenios dependerían de CCOO. Hay que recordar que en Euskal Herria la mayoría de los trabajadores, según los votos de las elecciones sindicales, están en contra de este proyecto y sus representantes (LAB y ELA) votamos consecuentemente no. Quienes apoyaron la fusión, en el ámbito sindical en Euskal Herria cuentan tan sólo con el 45% de los votos de los trabajadores, la mayoría está en contra, no es casualidad.
Volviendo a Iturbe. El presidente de Kutxa dice que el gran perdedor es el país, ¿con una fusión a dos no lo es?
Los principales perdedores son quienes han presentado un proyecto sin los votos necesarios y éstos son PNV-EA. Este país sale perdiendo por otras muchas decisiones, entre ellas las inversiones inmobiliarias especulativas que están realizando en el Estado español, en lugar de apostar por proyectos que beneficien a este país, a viviendas sociales y de alquiler aquí, no a viviendas de lujo en Marbella y el Estado, a las que Kutxa ha destinado cantidades importantísimas de dinero. Sus ciudadanos pierden por las altas comisiones que se les cobra, por los altos intereses, etc, mientras las cajas siguen obteniendo beneficios, cada año más y más.
A juicio de LAB, ¿por qué no se intentó realmente la fusión a tres?
En primer lugar, porque ellos no han querido. Han sido incapaces de presentar la necesaria modificación de la ley de cajas y eso le compete al Gobierno de Gasteiz (PNV-EA-EB). En segundo lugar, porque el PNV quería amarrar primero el control de BBK y Kutxa, sobre todo de esta última, pues va a perder la mayoría en su asamblea, y la fusión le garantizaba su control político de la fusionada.
El Gobierno de Lakua tuvo la llave de la fusión a tres, pero no ha querido utilizarla
Si presentaban la reforma de la ley de cajas, como no tenían mayoría en el Parlamento de Gasteiz, tenían que negociar, bien con Ezker Abertzaleak o con PSOE, PP, y eso les llevaría, muy posiblemente, a tener que ceder cotas de poder, y no estaban dispuesto a llevarlo adelante, al menos, de momento.
La nueva caja, que se había diseñado a espaldas de la mayoría sindical vasca, ¿iba a conceder los créditos más baratos a los clientes o iba a impulsar más la obra social?
No, rotundamente no. El proyecto que presentaron era totalmente continuista, no había ni una sola medida que beneficiara a los ciudadanos, que son quienes verdaderamente están pagando la consecuencia de su crisis. Su objetivo era seguir obteniendo más y más beneficios aunque fuera a costa de cobrar comisiones abusivas o créditos con alto interés a las personas más necesitadas. A la obra social pensaban destinar el 30% de los beneficios, como ya hace la BBK, en lugar de hacer una mayor aportación como le pedíamos, porque la ley se lo autoriza.
Ante ese futuro, ¿cree que son lógicas las declaraciones de Iturbe anunciando la apertura de oficinas para competir con sus próximos socios y las de Irala que da por cerrado un nuevo intento de fusión?
«El proyecto de BBK y Kutxa era totalmente continuista. No había ni una sola medida que beneficiase a los ciudadanos. Sólo buscaba más beneficios»
«Una única caja unificada es necesaria si sirve a los intereses de este país, porque lo que nos presentaron sólo fortalecía los intereses partidistas»
«Para el PNV, negociar con CCOO era lo más fácil. No le pondría problemas, como así fue. Con ellos firma los convenios. Con unas pocas prebendas lo tenían hecho»
¿Qué elementos son necesarios e imprescindibles ante un nuevo intento de fusión que seguro se producirá?
Un poco lo que estamos diciendo, que aborde una apuesta por Euskal Herria, su ciudadanía y la función social. Eso sí, deberá ser negociada entre todos, sin marginaciones, ni apartheid, por un modelo de caja que sirva a la sociedad vasca, su desarrollo económico, social y cultural, que garantice una participación plural y democrática y con las debidas garantías.
Abrir sucursales de Kutxa en Bizkaia o de BBK en Gipuzkoa es una tontería mayúscula. Lo que la ciudadanía necesita son medidas urgentes para paliar las consecuencias de la crisis, no más oficinas para «quitarse» clientes. Quiero insistir en que ha fracasado su proyecto mercantilista y partidista alejado de las verdaderas necesidades de la sociedad vasca. Cerrar la fusión y no apostar por otra, atendiendo a otro modelo como desde LAB les hemos planteado, demuestra que la opción que han intentado tenía otros intereses que no se han explicado, que son muy distintos a los que querían vender en la prensa.
¿Cree LAB que deben dimitir los actuales gestores de ambas cajas por la forma que se ha desarrollado el proceso y por el resultado cosechado?
Las direcciones de BBK y Kutxa no son más que peones del PNV. Unos como otros han fracasado rotundamente y deberían asumir sus responsabilidades con este proceso. Bueno, mejor dicho su total irresponsabilidad por haber impulsado una fusión sin contar con los consensos necesarios para cerrar el acuerdo, sin disposición a negociar, al menos con nosotros. La verdad es que les ha podido la prepotencia y sus intereses políticos. Han dado un espectáculo bochornoso y ellos son sus únicos responsables. Han tenido la mano tendida de LAB para negociar, con un modelo concreto, pero han dicho «no» a ese modelo. Eso les ha llevado ha encontrarse con el rechazo a su pretensión, a un proyecto que no cumplía los mínimos exigibles y que pretendía imponernos y, para más inri, el marco estatal de relaciones laborales en la «nueva Caja de Euskadi»». J. BASTERRA