No suena bien, cuando se trata de deporte, hablar de venganzas o de cuentas pendientes. Pero el Athletic las tiene, en más de un sentido, y si hoy las salda, dará carpetazo a más de un capítulo del pasado para afrontar un futuro más halagüeño.

Las tiene con su rival, un Racing que se le atraganta en las últimas temporadas, tanto en Liga como en Copa -dos derrotas y otros tantos empates en las dos últimas temporadas, y cuatro eliminaciones en el campeonato del k.o. durante la última década, incluyendo la del año pasado-. Pero las tiene también, y más importantes, consigo mismo.

El equipo rojiblanco no ha conseguido, en lo que va de Liga, ni enlazar dos victorias, ni sumar un triunfo lejos de San Mamés. La consecuencia salta a la vista en cuanto se mira la clasificación. Las dos últimas finales disputadas en San Mamés han permitido al Athletic salir del descenso, pero los bilbaínos son conscientes de que necesitan una buena racha para afrontar 2009 con un mínimo de tranquilidad. Como sucediera la semana pasada, además, un triunfo se traduciría en premio inmediato: el equipo volvería a escalar posiciones y superaría, aunque sólo fuera por gol average, al propio Racing.

Los rojiblancos buscarán su primera alegría como visitantes con cambios. El primero forzoso, por la sanción de Xabi Etxeita. Afortunadamente, Fernando Amorebieta se ha recuperado de las molestias que arrastraba en la rodilla y será de la partida, aunque Joaquín Caparrós, por si las moscas, se lleva también a Xabi Etxebarria, que se estrena así en una convocatoria con el primer equipo.

Pablo Orbaiz, por su parte, regresa para acompañar a Javi Martínez en el doble pivote, aunque todo parece indicar que el sacrificado no será Fran Yeste, que puede actuar en banda, sino Markel Susaeta.

En la convocatoria de 19 destaca, además, la entrada de Iñigo, ante los problemas que arrastra Ion Vélez.