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Osasuna se deja empatar tras ir ganando 3-0

Bastó media hora para pasar de la fiesta al funeral

Muchos se las prometían felices cuando los rojillos mandaban por 3-0 al cuarto de hora del segundo tiempo, pero la debilidad mental y física de los de Camacho les jugó una mala pasada en el último tramo de partido.

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OSASUNA 3

VALLADOLID 3

Natxo MATXIN | IRUÑEA

Desde que aterrizó en Iruñea, José Antonio Camacho ha venido insistiendo en que lo más importante para que el equipo remontara en la tabla era que debía ponerse por delante en el marcador. Pues bien, Osasuna lo hizo ayer, incluso por partida triple, y no logró que los tres puntos se quedaran en El Sadar.

La escuadra navarra dio dos caras bien distintas en la primera hora y en los últimos treinta minutos. La única explicación para ofrecer dos versiones tan opuestas no puede ser sino la fragilidad anímica de una plantilla que transmite la impresión de no creer ni en ellos mismos.

No es muy normal que se vaya por delante con un tranquilizador 3-0, con lo que había en juego y ante un rival que hasta entonces apenas había inquietado, y se tire por la borda todo el trabajo realizado en poco más de treinta minutos. La cuesta abajo que protagonizó el equipo a raíz del 3-1, con bajón físico incluido, es el síntoma de un enfermo cuyo tratamiento cada vez es más difícil de aplicar.

Y el «doctor» a quien se fichó para administrar tal cura no demostró estar a la altura en el momento en el que más se le necesitaba. El técnico rojillo reconoció en sala de prensa que los suyos no supieron dormir el partido cuando fue necesario, pero ni siquiera insinuó que, a lo mejor, eso era tarea suya.

Si hasta ahora el mayor hándicap era la falta de gol -se han anotado ocho dianas en los últimos tres encuentros-, el problema se ha trasladado ahora a la preocupante debilidad defensiva, sobre todo a balón parado. Otros ocho tantos encajados y dos de ellos ayer en jugadas de estrategia.

Mucho se había venido alardeando recientemente de la seguridad de la zaga y también, aunque de manera incomprensible, de la buena línea ofrecida en casa, para que en apenas dos jornadas todo se haya ido al traste. Ni la incorporación de Sergio -debutó en casa- en lugar de Roversio ni el regreso de Monreal fueron suficientes para enderezar un bagaje defensivo que se mantuvo digno hasta el primer gol vallisoletano, a partir del cual cayó como un castillo de naipes.

Vértigo

Lo malo es que después de haber viajado en la montaña rusa de despedir con una sonora ovación a un once que hizo buen fútbol y se fue con un claro 2-0 a vestuarios, y terminar tres cuartos de hora después con un respetable enfadado y pidiéndole a los suyos mayor rasmia, el vértigo pueda prolongarse en la trascendental salida de Huelva.

Puestos a sacar algo positivo de la decepción final, el entramado ofensivo formado por Juanfran, Plasil, Ezquerro y Dady fue de lo mejorcito, con dos goles del caboverdiano, que estuvo muy entonado no sólo de cara a portería, sino también a la hora de combinar.

El farolillo de la tabla vuelve a tener color rojillo

Además de dejarse dos puntos en el tramo final, la victoria a domicilio del Recreativo en Mallorca provocó que Osasuna vuelva a ocupar el farolillo rojo de la clasificación. La lectura positiva es que, a pesar de todo, la salvación sigue estando a cuatro puntos.

Juanfran no podrá estar en el choque contra el Recre

Camacho deberá buscar un sustituto para ocupar el carril derecho el próximo domingo ante el Recreativo y no cabe descartar que sea Azpilicueta, con Oier por detrás. Juanfran vio su quinta tarjeta por encararse con Marcos, quien previamente le había hecho una fea entrada.

Camiseta y gol dedicado para el lesionado Roversio

El once rojillo saltó al terreno de juego vistiendo una camiseta de apoyo a su compañero Roversio, lesionado de gravedad en su rodilla. Asimis- mo, Nekounam celebró el segundo gol local agitando una camiseta del central brasileño que le había lanzado Font desde la banda.

Pancarta en memoria de Aitor Zabaleta

Graderío Sur desplegó una pancarta en recuerdo de Aitor Zabaleta, cuando se cumplen diez años de su muerte a manos de hinchas del Atlético de Madrid. Además, los trabajadores de la empresa Dana también expresaron su protesta por los despidos previstos.

«No tengo explicación, la suerte no está con nosotros y algún día esto se terminará»

«No tengo explicación, si empatas a tres después de haber ido ganando tres cero todas las explicaciones son vanas. Es imposible creer lo que está pasando, pero hay que aceptarlo. La fortuna no está con nosotros y hay que seguir trabajando hasta aburrir al gafe» fue todo lo que, en un principio, se le ocurrió decir a José Antonio Camacho para describir cómo su equipo se había dejado escapar dos puntos prácticamente ganados.

Eso sí, conforme fue avanzando su intervención ya fueron saliendo a la luz otras apreciaciones más críticas con sus pupilos, en el sentido de que «nos ha faltado un poco más de agresividad a la hora de defender los balones aéreos» o la poca pericia «para juntarnos más y cerrar el partido».

Por extraer algo provechoso del palo recibido, el preparador rojillo explicó que a la finalización del envite les había transmitido a sus jugadores «sabemos hacer buen juego y meter goles», por lo que el equipo «no se va a rendier y vamos a seguir trabajando porque algún día la suerte será a favor».

Por su parte, el técnico del Valladolid, José Luis Mendilibar, reconoció que su escuadra «empató a base de estrategia, pese a haber salido desde el principio con la caraja y perdiendo el sitio».

N.M.

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