Victoria ante el Fuenlabrada
El Baskonia tuvo miedo de rematar
Los de Dusko ya son líderes en solitario de la ACB, después de ganar un partido que casi se complica en el último cuarto.
TAU BASKONIA 86
FUENLABRADA 74
Koldo AKORDARREMENTERIA | GASTEIZ
Líder y regularidad. Son dos conceptos unidos, que normalmente van de la mano. Dicho de otra forma, uno no puede entender el liderazgo sin conocer la regularidad. El «número uno» se esculpe día a día, y siempre va a acompañado de un carácter fuerte. El Baskonia, hasta el momento, ha mostrado ser el equipo más regular de la ACB. Y el triunfo de ayer es de esos que ayudan a forjar buenos liderazgos. En un día sin mucho acierto, la solvencia hizo el resto y ya son líderes en solitario.
Saúl Blanco y Brad Oleson. Esos eran los hombres a seguir, los jugadores de moda. El primero empató con Splitter en el MVP de la anterior jornada, y el segundo llegaba con la vitola de máximo anotador de la liga, hasta ayer. Parecía que el espectáculo, en modo de anotación, estaba más que asegurado. Pero la emoción se tomó tres cuartos de vacaciones y lo interesante quedó para el final.
El juego del Fuenla, siempre criticado por el desequilibrio entre interiores y exteriores, se ha construido toda la temporada desde la línea de tres. Con lo que intentaron pillar desprevenidos a los baskonistas. Volcaron todo su juego en la zona con la intención de abrir huecos entre Splitter y McDonald. Como dato, cabe reseñar que en el primer tiempo los madrileños sólo lanzaron en tres ocasiones desde la línea de tres. Esa circunstancia fue aprovechada por P.J Ramos -con 2,22 es el jugador más alto de la ACB- que le llevaron a convertirse en el dueño de los aros en el inicio del encuentro. Un inquietante 18-18 cerraba el marcador.
El revulsivo
La entrada en el terreno de juego de Fernando San Emeterio hizo que el Tau jugara a otra velocidad; buscando contraataques, unos contra unos y posesiones cortas. Los 6 puntos consecutivos que consiguió el alero del Baskonia abrieron la primera brecha en el luminoso. El equipo local cerró mejor los rebotes y los jugadores no se ofuscaron en lanzamientos lejanos. El tridente Splitter-Prigioni-Rakocevic, quien ayer hizo un excelente alarde de recursos ofensivos sin necesidad de tirar, se echó el equipo a la espalda, y aunque obtuvieron inestimables ayudas de muchos compañeros, volvieron a confirmar que son los que marcan el tempo en este equipo, jugando alrededor de 30 minutos cada uno.
El buen resultado que obtuvo San Emeterio en el segundo cuarto dio las pistas al técnico montenegrino. Menos anticipación -como hubo en el primer cuarto- y más juego directo aderezado con canastas seguras. El equipo carburaba y alguno ya pensaba que la victoria estaba cerca. Pero un «dos más uno» de Antonio Bueno en los últimos segundos del tercer parcial hizo que al final llegaran con 6 puntos de ventaja al último cuarto.
El Tau volvió a descuidar en demasía las tareas defensivas en el último tramo; hecho que aprovecharon perfectamente los madrileños. Oleson, que había estado hibernando todo el partido, despertó y Valters incidía una y otra vez haciendo mucho daño al equipo de Ivanovic. El Fuenla se puso a 3 puntos, y la tensión volvía a Zurbano.
Pero apareció el que tenía que aparecer. Prigioni clavó un triple decisivo a falta de dos minutos, haciendo más digerible un partido que se había complicado a causa de faltas de concentración puntuales. Se podría decir que esa es la asignatura troncal pendiente del equipo.
Igor Rakocevic sigue su idilio con la anotación y ayer consiguió la marca de 2.500 puntos en la Liga ACB -necesitaba 15 puntos para conseguir el objetivo-. Al final hizo 17 y superó a Brad Oleson, convirtiéndose en el máximo anotador de la presente temporada.
Prigioni, Rakocevic y Splitter volvieron a demostrar, y no sólo por su valoración, que son los jugadores clave de este equipo. Su aportación en cada momento fue transcendental para el resultado final.
Dusko Ivanovic sacó ayer su versión más práctica y señaló que para estar arriba en la clasificación es importante ser capaces de ganar esos partidos en los que no se tiene el día en ataque y no entra nada. «Lo importante es que no hemos jugado bien pero hemos ganado, y es que no nos va a salir todo siempre bien, no siempre nos va a entrar todo, pero podemos estar bien atrás y ganar partidos. Esto a veces toca espero que no muchas veces, pero está bien jugar de esta manera y ganar», señaló el montenegrino.
En su análisis del partido, el entrenador azulgrana destacó las dificultades que les puso el Fuenlabrada con sus defensas de ajustes y entiende que les sobró algo de precipitación a la hora de elaborar sus ataques. «Hemos ganado un partido ante un rival que está jugando muy bien esta temporada y que lo ha demostrado antes y durante este partido. Tiene muchos anotadores y tiradores muy buenos que aprovechan el espacio creado al jugar muy abiertos. Creo que nos faltó algo más de paciencia para atacar estas defensas cambiantes de ellos. Necesitábamos no acabar tan rápido, sino que el balón circulara rápido y que nuestros movimientos fuesen más rápidos. De todos modos en defensa estuvimos bien a pesar de algunos errores y nos sirvió para conseguir el triunfo», agregó.
Aunque no le gusta personificar en ningún jugador en particular en particular, Dusko Ivanovic sí habló sobre un Fernando San Emeterio del que destacó que «es un jugador que desde que vino hasta que sufrió la lesión, ha trabajado al 100%, con ese carácter que necesita este equipo y seguro que en el futuro jugará mejor».
Jon ORMAZABAL