NBA
El primer mes del curso sigue siendo verde y amarillo
Aunque hay equipos que tratan de meter la cabeza, son Los Angeles Lakers y Boston Celtics quienes se mantienen al frente de la clasificación.
Izkander FERNÁNDEZ | BILBO
Empieza a ser una cantinela con regusto añejo: la temporada sigue exactamente, salvo sorpresas, allá donde quedó el pasado junio. Al calor de las palmeras de Malibú, Playa del Rey y Santa Mónica, y en el entorno urbanita de la europeizada ciudad de Boston. Celtics y Lakers, Los Angeles y Boston. Un diálogo histórico que enriquece esta nueva temporada de la NBA y aporta mítica, lustre e historia.
Y es que los finalistas del año pasado no dan tregua. Boston Celtics comanda la Conferencia Este con un apabullante balance de veinte partidos ganados y tan sólo dos derrotas. Los Lakers de Los Angeles hacen lo propio con diecisiete partidos ganados y dos perdidos. No dan tregua. O casi.
En el Este sólo Cleveland Cavaliers y LeBron James parecen aguantar el tirón de Boston. En el Oeste la lucha resulta tan violenta que el pelotón está a varias cabezas de distancia. No obstante, no da la impresión de que Celtics o Lakers vayan a tener problemas para mantener sus posiciones.
De hecho, esta temporada regular se está planteando como una partida de ajedrez en la que las escuadras de Boston y Los Angeles mueven sus fichas para conseguir un único premio: el factor cancha en una hipotética repetición de la final de la temporada pasada.
Quien tenga mejor récord en temporada regular disputará en casa los dos primeros y los dos últimos partidos de una serie estipulada al mejor de siete. Como todo apunta a que el año pasado fue ese factor cancha el que inclinó la balanza a favor de los Celtics, los Lakers no quieren sorpresas y se muestran aplicados desde el inicio. El antagonismo de ambas propuestas baloncestísicas dota de mayor encanto a esta nueva-vieja rivalidad.
Por un lado está Phil Jackson con unos Lakers bohemios y metidos en el papel de herederos del showtime. Por otro lado está Doc Rivers y unos Celtics más serios cuando toca defender, que en muchas ocasiones parecen un cocodrilo por la forma que engullen a sus víctimas.
Exceso de confianza
Aunque también es cierto que los Lakers lo que pecan es de relajación y no de bohemios o de herederos de nada. Es destacable la facilidad con la que los Bryant, Gasol, Odom, Bynum y compañía bajan los brazos cuando ven que la victoria está próxima. Por otro lado, pese a que Boston sea un ejemplo de disciplina y solidaridad, cuando tiene que hacer soñar y anotar por lo alto no tiene demasiadas dificultades.
Lo cierto es que a día de hoy, Boston sigue pareciendo más sólido que Los Angeles, pero bajo la alargada sombra de los californianos siempre quedará la sospecha de cuándo y cómo puede explotar una plantilla con tanta calidad como la suya. Y este año, con la recuperación de Bynum, parece no tener techo.
Las alternativas a unos y a otros están menos claras que nunca. Quizá en el Este la candidatura de LeBron James, casi más que la de sus Cavaliers, sea la más firme. Pero es que Cleveland adolece de lo que presume. Esto es, mucho James y poco de todo lo demás.
Mientras, el Oeste sigue siendo un zarzal lleno de toros bravos en el que salir airoso supondrá una mezcla de buen hacer y buena fortuna.
Se esperaba mucho de los nuevos Clippers de Los Angeles desde la llegada de Baron Davis, pero la franquicia californiana ocupa el penúltimo lugar del Oeste con cuatro victorias.
La Conferencia Este es la más fuerte de los últimos años mientras que en el Oeste la lucha se ha vuelto más encarnizada aún y equipos como Phoenix se encuentran fuera de play offs.
Más allá de las alternativas que puedan tener los todopoderosos Celtics y Lakers, destacan dos sorpresas: Portland Trail Blazers y Atlanta Hawks. Los primeros son segundos en el duro Oeste, con quince victorias y siete derrotas. La juventud de su plantilla los convierte en un rival más que temible a medio plazo y es de esperar que bajen sus prestaciones según avancen los 82 partidos de temporada regular. Pese a todo el talento de jóvenes estrellas como Brandon Roy o Greg Oden, sumado al potencial de jugadores experimentados en Europa como Rudy Fernández, los convierte en un hueso muy duro. Los Blazers del Este son los Atlanta Hawks, que viven un comienzo de temporada de ensueño contra todo pronóstico. Los de Georgia son cuartos en el Este con 12 victorias y 7 derrotas. Basan su juego en Joe Johnson, que ha tenido un comienzo espectacular, y en la suma de los jóvenes talentos que conforman su plantilla..