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VEINTICINCO AÑOS DESPUÉS

París da por muerto a Popo Larre sin investigar ni aclarar su desaparición

Mientras que en los últimos veinticinco años lo ha considerado prófugo de la justicia, el tribunal especial de París dio ayer carpetazo oficial a las acusaciones que mantenía contra Popo Larre. Para ello dictaminó que el joven heletarra está muerto, pero sin que en todos estos años haya intentado ni permitido que se iniciase investigación alguna sobre la oscura desaparición de Larre tras un enfrentamiento armado con la Policía.

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Gari MUJIKA | DONOSTIA

La Corte Especial de París prescribió ayer la acusación que ha mantenido durante veinticinco años contra el desaparecido militante de Iparretarrak (IK) Jean Louis Larre, Popo, después de que decretase su muerte de manera oficial sin que haya investigado absolutamente nada sobre el paradero y la oscura desaparición del joven de Heleta el 7 de agosto de 1983 en las inmediaciones del camping de Léon (Landas), tras un tiroteo entre un comando de IK y una patrulla de la Gendarmería francesa.

Ni ha investigado ni ha mostrado nunca interés alguno en ello; en todo caso, justo lo contrario, tal y como quedó patente en el juicio del «caso Léon» desarrollado en marzo de 2000 y en las pesquisas judiciales posteriores, hasta el extremo de impedir que se realizasen pruebas de ADN a otro cadáver.

En ese enfrentamiento entre los militantes vascos y los policías franceses resultó muerto un gendarme y otro herido leve. Y a Larre nadie más volvió a verle con vida. Como consecuencia de la muerte del policía, el tribunal especial de París iba a juzgar ayer a Jean Louis Larre bajo la acusación de «complicidad» y «tentativa de muerte».

Retirado del juicio en 2000

Un juicio que, según lo previsto, debía de haberse celebrado en marzo de 2000, junto con los tres militantes de IK que fueron condenados. Pero, de manera sorprendente, el tribunal decidió retirar a Larre del proceso, pese a que era el único que fue identificado y el único que estaba imputado desde el principio.

Después, en 2003, el tribunal volvió a posponer el juicio contra el joven heletarra, aceptando así la petición familiar.

Ayer, sin embargo, el tribunal parisino dictó la prescripción de la acusación de la Fiscalía francesa contra Popo Larre, después de decretar de manera oficial la muerte del joven de Heleta, al que París ha considerado prófugo de la justicia en estos veinticinco años.

Tanto la familia como los amigos y los compañeros del heletarra siempre han mantenido que su desaparición fue obra de la Policía francesa. La gestión y las contradicciones oficiales al respecto de lo ocurrido aquel 7 de agosto de 1983 en el camping landés también han reforzado, más si cabe, esta versión que, veinticinco años después, siguen manteniendo.

Pero para comprender lo dictado ayer por el tribunal parisino cabe retrotaerse en el tiempo hasta la desaparición del militante de Heleta. Larre, que hoy contaría con 46 años, fue visto por última vez adentrándose, huyendo, por el bosque que cercaba el camping Lou Puntao de Léon (Landas), después del enfrentamiento armado entre agentes de la Gendarmería y el comando de Iparretarrak al que pertenecía.

Contradicciones evidentes

Inmediatamente después, un operativo policial de grandes dimensiones, al que llamaron «Plan Epervier» y que contó con la participación de helicópteros, equipos de rastreo, perros adiestrados y policías especiales, se desplegó en las inmediaciones.

Cabe destacar que poco antes del enfrentamiento armado la Policía francesa arrestó a un militante de IK al que, supuestamente, aprehendieron una nota en la que aparecía la dirección del citado camping. Además, una llamada anónima a la Gendarmería francesa llevó a los dos policías a interceptar a los militantes vascos en Léon.

Otro elemento que contradijo la versión policial en el juicio de marzo de 2000 fue el hecho de que la Policía francesa no recogiera testimonios de lo ocurrido en el camping hasta el 9 de agosto; es decir, hasta dos días después. Para entonces, sólo contaban con la versión del gerente del camping, que reconoció únicamente a Popo Larre, y el del gendarme herido.

Sin embargo, en los carteles que la Policía francesa publicó al día siguiente, 8 de agosto, no aparecía, curiosamente, la fotografía de Larre, único militante identificado y única persona que engrosó en años el sumario del «caso Léon» en el que, finalmente, fueron condenados Filipe Bidart, Gabi Mouesca y Ttotte Etxebeste a 20, 15 y 5 años de prisión, respectivamente.

Además, ese 8 de agosto, en las radios se informó de que eran cuatro los militantes de IK en «busca y captura». Éstas y otras contradicciones quedaron de manifiesto en el juicio del «caso Léon» que se realizó principalmente por la presión que ejerció la familia del gendarme fallecido, y no por la propia voluntad de las autoridades.

La tumba de los Dumont

Varios días después del enfrentamiento armado en el camping de Léon y de la desaparición de Jean Louis Larre, el 22 de agosto, desaparecía el joven Pascal Dumont, que se encontraba pasando unos días con varios amigos en Lacanau, a varias decenas de kilómetros del citado camping de Las Landas.

Cinco días más tarde apareció un cadáver que la Policía identificó como el cuerpo sin vida de Dumont. Sin embargo, su familia negó desde el principio que fuera el de su hijo. Incluso en el juicio realizado en marzo de 2000 en París el matrimonio Dumont corroboró que aquel no era el cadáver de su hijo, y que la Policía les presionó para que lo identificasen de esa forma. A día de hoy, en la tumba atribuida a Pascal Dumont la familia mantiene una placa que reza: «Aquí descansa un desconocido que nos fue impuesto el 27-VIII-83 por la Gendarmería, la Policía, la Justicia y los cuerpos médicos».

Una y otra vez fue rechazada la petición para exhumar el cadáver que yacía en la tumba de los Dumont, hasta que en 2003 un tribunal de Burdeos dio luz verde para cotejar el ADN. Sin embargo, el nicho fue profanado meses antes y en diciembre sólo encontraron despojos humanos y una tibia, insuficientes para la práctica de la prueba.

El pasado 8 de agosto, como cada año, un acto en memoria de Jean Louis Larre congregó a decenas de personas en el frontón de Heleta. La pregunta de «Non da Popo?» volvió a ser repetida, así como la determinación de llegar hasta el final sobre lo que le ocurrió.

Bortizkeria sinbolikoa ere bai

Ixabel Etxeberria irakasleak, Popo Larreren desagerpenaren 25. urteurrenean argitaratu zuen iritzi artikuluko pasarte bat:

«Hogeita bost urte Popo desagertu zela, hogeita bost urte sekretua gordetzen dutela. Estatu frantsesa sekretuak gordetzen ikasia da, oinarria da eta estatuko arrazoiak arma hori ere erabiltzen badaki. Zer gertatu zen ez jakitea familiarentzat oso bortitza, bere burukideentzat, euskaldunentzat justizia ezaren erakustaldia. Gorpuzkia geratzen da erdian edozein hitz bota baino lehen. Militantearen bizia lapurtua izan da, Iparretarrak taldearen ekintza guztiak epaituak izan dira, militanteek urte anitz iragan dituzte Estatu frantsesaren presondegietan, zorrak baldin baziren ordainduak izan dira. Estatu frantsesak ez du duintasunik, maltzurkeria, basakeria da igortzen duen mezua. Gatazka dagoelarik alde bakoitzak armak uzten ditu, Estatu frantsesak ez ditu armak pausatu, Poporen desagertzearen bitartez dolua debekatzen du, ezin jasana dena lege bihurtzen du. Urrats horri Bourdieuk «bortizkeria sinbolikoa» eman dio izena. Erreala da, ondorio zuzenak ditu gatazkan, eragina du beste edozein armaren gisan. Hau da Estatuak egiten duen parioa, gatazkak jarraitzen duela erran nahi digu, militante bat bahitu digula betiko... Gorpuzkia ez dugu aurkitu, bahitu dute, Popori justizia egin diezaiotela eskatuko dugu lortu arte. Politika egiten jarraitu behar da mespretxu guztien gainetik, baina galdera bera eginen da abertzaleen artetik, non da Popo? (...)»

Ixabel Etxeberria

Desagerpena argitu arte ez dutela amore emango esan dute lagunek

Ttotte Etxebeste, IK-ko militante ohiak, 2000ko martxoan bost urteko espetxe zigorra jaso zuen Parisko auzitegi bereziaren eskutik, Leon kasuaren karietara. Berarekin, Filipe Bidart eta Gabi Mouesca zigortu zituzten, 20 eta 15 urteko espetxera, hurrenez hurren. «Kazeta.info» hedabideak Etxebesterekin hitz egiteko aukera izan zuen atzo, eta honek argi dio azken 25 urteotan bezalaxe «guk ez dugu amore emanen, eta galdera berdinak pausatzen jarraituko dugu».

Urruñako militanteak «Kazeta.info» webgunean aitortzen duenez, Parisetik atzo iritsitako berria «komunikabideen bitartez» jakin zuen. «Harridurarik gabe hartu dut berria, finean, azken 25 urteotan Estatu frantsesaren partez ikusten dugun jokamoldearekin bat etortzen den erabakia dela errango nuke. Justizia deituriko hori Estatuaren menpe dago eta erabaki honek zein azken 25 urteotan zabalduriko gezurrak eta manipulazioak horren froga besterik ez dira», gaineratu zuen.

Justizia frantsesean inolako konfiantzarik ez badu ere, Ttotte Etxebesteren iritziz, «erabaki honek segida logikoa izan beharko luke: azkenik Popo hilik dela erraten badute, auzia zabaldu behar lukete berehala, nola hil zen argitzeko».

Etorkizunari begira, Urruñako militanteak argi dio «orain arte bezala jarraituko dugu, galdera berdinak pausatuz eta egia bilatzen. Guk ez dugu amore emanen».

«Ikusi beharko da zer bide, nola baliatzen garen, baina aurrera jarraitzen dugu eta, hartara, jende guziari galdegiten diogu gurekin batera jarraitzeko lanean, egun batez familia batek, baita lagunek ere, bere dolua bete ahal izan dezaten», adierazi zuen, gizarte osoari eskaera argia eginez. GARA

 
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