Amparo Lasheras, Ana Anitua, Maitane Anitua, Rosana Moreno Gasteiz
Un respeto para Alfonso Sastre y Eva Forest
Se ha acabado la Feria de Durango y ésta ha sido la primera vez en muchísimos años que hemos pasado de largo, sin entrar y por supuesto sin comprar. De alguna manera hemos roto con un compromiso militante de estar allí, comprar, curiosear y hacer número en un acto tan importante para el euskera y la cultura de Euskal Herria. No ha sido fácil, pero quizás se lo debíamos a Eva Forest, a Alfonso Sastre y a sus hijos por el trabajo de mantener durante tantos años una editorial, creada en Euskal Herria, en la que se ha primado, por encima de cualquier interés comercial, la lucha ideológica a favor del pensamiento crítico y de los derechos de Euskal Herria. Sin comprender y en total desacuerdo con la decisión de Gerediaga Elkartea, como ciudadanas y lectoras con derecho a opinar, desde estas líneas quisiéramos manifestar nuestra protesta, aunque sea aisladamente, y mostrar nuestra solidaridad con Alfonso Sastre y con el recuerdo de Eva Forest, dos personas que se merecen el respeto político y cultural de este país. El mismo respeto que ellos siempre han mostrado por el euskera y por el pueblo en el que un día eligieron vivir y trabajar. Malo es que apelando a la interpretación de unas reglas, aquí, empecemos a prohibir y a vetar la divulgación crítica de las ideas y de libros comprometidos con la realidad social y política de Euskal Herria y del mundo.
Sabemos que nuestra ausencia en Durangoko Azoka ha sido tan insignificante como una mota de polvo o un grano de arena. Pero nos hemos sentido bien y por eso lo escribimos.