La representante de la ONU en Bolivia, Yoriko Yasukawa, afirmó que en Pando, al norte de Bolivia, se cometió «una violación masiva de los derechos humanos». Tales conclusiones coinciden con los informes del defensor del Pueblo y de la Unasur, que calificó lo ocurrido de «matanza planificada» de campesinos afines al Gobierno.

El informe de la ONU sobre la muerte el 11 de setiembre de 22 personas se fundamenta en entrevistas y averiguaciones realizadas en el lugar de los hechos. Yasukawa se lo hará llegar al presidente, Evo Morales, en los próximos días.

En su presentación preliminar, pidió «una investigación en profundidad para establecer las responsabilidades y aplicar las sanciones debidas a los responsables».