Representantes de los alrededor de 2.000 trabajadores del grupo Aernnova(antigua Gamesa aeronáutica) pidieron ayer a los grupos políticos del Parlamento de Gasteiz iniciativas para que la empresa garantice carga de trabajo en Araba.

Los representantes de la plantilla advirtieron del «futuro incierto» de las plantas alavesas por la reducción de la carga de trabajo. Por ello, el portavoz de los trabajadores, Jesús Antolín Oribe, pidió a los grupos que se comprometan a hacer todo lo necesario para que la compañía ubique en Araba la nueva factoría que dedicará a la construcción de partes del avión A-350, cuyo emplazamiento todavía está por decidir.

El acuerdo firmado por Airbus y Aernnova recogía la participación de ésta en el diseño y la fabricación del avión, generando unos dos mil puestos de trabajo directos e indirectos.

Según explicó el representante de los trabajadores, instituciones de otras comunidades autónomas donde Aernnova, como Castilla La Mancha, tiene presencia ya se están implicando para que se instale en sus territorios esta planta y reclamó a los políticos vascos «que sean nuestra voz para intentar que este sector se mantenga y se consolide en Araba». Caja Castilla La Mancha es accionista de Aernnova desde su constitución.

Oribe alertó de que en algunas plantas alavesas de Aernnova ya se está notando «falta de trabajo» y afirmó que el despido de los trabajadores eventuales «está a la orden del día».

Los grupos políticos representados en la comisión de Industria expresaron su disposición a apoyar las iniciativas necesarias para que la empresa instale en Araba una futura planta para la fabricación del nuevo modelo de avión de Airbus, el A-350.

La petición tuvo el respaldo de todos los grupos, excepto de Aralar, que no tiene representación en esta comisión, y en ella los portavoces parlamentarios se hicieron eco de la preocupación de los trabajadores.

Lamentaciones

Oribe, por último, lamentó que la empresa no haya accedido a reunirse con los representantes sindicales para informar del futuro de las plantas alavesas y del plan industrial.

LAB, por su parte, denunció que las instituciones no exigen apenas nada a las empresas a las que otorgan ayudas a la hora de garantizar que la carga de trabajo se mantenga en Euskal Herria. En este sentido, recordó que esta empresa se creó gracias a importantes subvenciones públicas.