Aunque, afortunadamente, no hay demasiados ocupantes en la enfermería albiazul, habrá que esperar a lo que suceda en los próximos entrenamientos para ver si todos los jugadores -excepto Cabrera- se encuentran en condiciones de disputar el derbi de Ipurua.

Lo cierto es que ayer fueron tres los que no pudieron ejercitarse con el grupo, por lo que, de momento, se sitúan en el capítulo de dudas. Es el caso de Emilio Sánchez y Roberto Cuevas, con sendas sobrecargas, y de César, con un golpe en el tobillo. En el equipo confían en que no pasen de las habituales molestias postpartido y que los tres puedan reintegrarse hoy mismo al trabajo de grupo.

Uno de los afectados, César, reconoce que el de Ipurua será un partido «especial», pese a que su recuerdo de Ipurua sea un tanto agridulce; no en vano su paso por el Eibar coincidió con el descenso de éste a Segunda B. «Vamos a tener presión y va a ser complicado», auguró el central alavés.