Agentes del FBI detuvieron ayer por la mañana en su domicilio de Chicago al gobernador de Illinois, el demócrata Rod Blagojevich, y a su director de Gabinete, John Harris, acusados de «conspiración para cometer fraude y de haber solicitado sobornos».

En un documento de 76 páginas, el FBI, apoyándose en escuchas telefónicas secretas, establece que Blagojevich presuntamente intentó obtener «beneficios financieros» con la designación del escaño que quedó libre tras la victoria de Barack Obama en las elecciones presidenciales.

En una grabación realizada el 5 de noviembre, inmediatamente después de la victoria del candidato demócrata, indicó a un interlocutor desconocido que tenía «el poder y una mina de oro que no voy a abandonar».

Según una enmienda constitucional estatal, es el gobernador quien tiene potestad de elegir al sucesor de uno de los dos senadores que representan a Illinois en la Cámara Alta en caso de que quede libre.

En otra de las conversaciones interceptadas, reconoció estar pasando por una mala racha económica y que por eso necesitaba «más dinero». Para ello se planteaba dejar su actual cargo, en el que se sentía «estancado» y de ocupar un puesto en el Senado, donde quizá podría ganar más.

Al parecer, el 4 de diciembre, Blagojevich dijo a un asesor que podría «obtener algún dinero» del candidato número 5 al Senado. Un día antes, ese mismo candidato, al que no se identifica, prometió supuestamente recaudar 500.000 dólares para la campaña del gobernador, si éste decidía presentarse a una segunda elección.

En la acusación se dice que, en varias ocasiones, se le grabó mientras discutía la obtención de una compensación substancial para él de parte de una fundación o de una organización afiliada a grupos sindicales.

En el escrito de la Fiscalía figura también un intento de Blagojevich para lograr el nombramiento de su esposa en los consejos administrativos de varias empresas, en los que podría llegar a ganar hasta 150.000 dólares anuales, o promesas de fondos de campaña a cambio de puestos en el gabinete de Obama o de una embajada.

«Es increíble que el gobernador haya puesto un cartel de `se vende' al nombramiento del sucesor de Obama. Además, que se haya involucrado personalmente en proyectos ilegales con la urgencia de un vendedor que necesita cumplir con sus metas anuales, usando su cargo para silenciar opositores», manifestó el fiscal Patrick J. Fitzgerald.

Se refería así a la presunta amenaza de Blagojevich a la empresa Tribune con no autorizar la venta del estadio Wrigley Field, sede del equipo de béisbol de los Cachorros de Chicago, una operación que el diario necesita para reducir sus deudas. El lunes se declaró en bancarrota.

El motivo atribuido es la postura del consejo editorial del «Chicago Tribune», que ha sido un duro crítico de la gestión del gobernador.

Negación de Obama

El agente especial Robert D. Grant, encargado de la oficina del FBI en Chicago, afirmó en la multitudinaria comparecencia ante los medios que «la oficina de Blagojevich se convirtió en un vehículo para el enriquecimiento personal, arrastrando por el suelo el sistema político de Illinois».

Fitzgerald negó que Obama esté implicado en este caso de corrupción. Subrayó que, según la investigación en curso, no tenía conocimiento de lo que estaba haciendo el gobernador demócrata.

El propio Obama se apresuró a negar cualquier contacto con Blagojevich para nombrar su sustituto en el Senado.

En caso de que presente su renuncia, le sucedería en el cargo el vicegobernador Pat Quinn, también del Partido Demócrata.

Hasta 2003, el estado de Illinois estuvo durante 30 años en manos de los republicanos.