Nuevos disturbios en Grecia el día del paro general contra el Gobierno
Sumida en una profunda crisis social y política, Grecia vivió ayer una jornada de huelga general convocada por los sindicatos contra las reformas planteadas por el Gobierno conservador para hacer frente a la recesión económica mundial, pero que se caracterizó por nuevos enfrentamientos y protestas contra la muerte de un joven de 16 años por un disparo policial. Por quinto día consecutivo, los choques entre jóvenes y agentes antidisturbios se extendieron por todo el país.GARA |
Después de una cuarta noche de altercados en varias ciudades de Grecia, manifestantes y agentes antidisturbios volvieron a enfrentarse ayer en Atenas y Tesalónica. Los choques continuaban por la noche aunque limita- dos a los barrios universitarios de Atenas y Tesalónica.
Los sindicatos habían convocado para ayer una huelga general de 24 horas para protestar contra las reformas planteadas por el Gobierno conservador de Costas Caramanlis, que «carecen de justicia social». El paro afectó al transporte público, el tráfico aéreo y el servicio marítimo entre las islas, así como al funcionamiento de bancos, administraciones y grandes empresas públicas. Numerosos centros de enseñanza permanecieron cerrados.
Las centrales Confederación General de Trabajadores Griegos (GSEE) y la Unión de Funcionarios Civiles (ADEDY), que agrupan a más de dos millones de trabajadores, habían realizado la convocatoria días antes de que la muerte del adolescente Alexandros Grigoropoulos desencadenara una ola de disturbios callejeros. Los sindicatos de trabajadores, funcionarios, docentes y estudiantes rechazaron el martes desconvocar la huelga, tal y como solicitó Caramanlis.
En un comunicado, los sindicatos criticaron la política económica y social del Gobierno y expresaron su «cólera» por la muerte de Grigoropoulos, al tiempo que reclamaron la «democratización de la Policía» y el «final de los actos de violencia y de la actuación arbitraria de los órganos del Estado».
Con motivo de la huelga, los sindicatos habían convocado una concentración ante el Parlamento, en el centro de la capital, pero al margen de este acto en el que tomaron parte unas seis mil personas, estallaron nuevos enfrentamientos entre grupos de jóvenes y policías antidisturbios, que emplearon gases lacrimógenos.
Varias horas después del final del acto, alumnos de secundaria lanzaban proyectiles sobre las fuerzas de seguridad desde la Escuela Politécnica, en el barrio de Exarchia, que está ocupada desde el domingo por estudiantes y cuyos alrededores permanecen cerrados a la circulación.
Los choques continuaban también en torno al Parlamento, a escasos 500 metros de la Escuela Politécnica.
Según el último balance, desde el sábado en Atenas han sido destruidos parcial o totalmente 435 establecimientos. Los daños superan ya los 200 millones de euros.
En Tesalónica, más de 80 comercios y 14 sucursales bancarias fueron atacadas.
La muerte del joven Grigoropoulos fue el detonante de la ira de los jóvenes griegos, que con el paso de los días están demostrando su profundo malestar por la inseguridad económica y las altas tasas de desempleo que sufren.
Costas Caramanlis prometió ayudas para compensar a las empresas y comercios afectados y multiplicó sus llamamientos a la unidad nacional para intentar retomar el control de una situación que se la escapado de las manos.
El juez que tomó declaración a los dos policías detenidos por la muerte del joven Alexandros Grigoropoulos decretó ayer prisión preventiva para ellos, tras ser inculpados de «homicidio intencionado» y de «colaboración en homicidio».
El autor del disparo, Epaminontas Korkoneas, declaró ante el juez que tiró al aire en defensa propia y que la bala rebotó alcanzando al joven en el pecho. Su abogado señaló que los primeros datos del informe balístico avalan esa versión y descartan un disparo directo, ya que la bala estaba un poco deformada.