Advertencia medioambiental de procedencia extraterrestre
«Ultimátum a la tierra»
La espectacularidad de los efectos especiales es el reclamo y la justificación de este remake del clásico de la ciencia-ficción, realizado por Wise en 1951. Keanu Reeves sustituye a Michael Rennie en el papel del extraterrestre con apariencia humana Klaatu, quien mantiene el texto de su ya mítico saludo a los habitantes de la tierra: «Klaatu barada nikto». Eso no ha cambiado, pero lo que sí echarán de menos los aficionados es la música original de Bernard Herrmann.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Las versiones actuales de clásicos de la ciencia-ficción de los años 50 aprovechan el desarrollo de las técnicas de efectos especiales, convirtiendo en una costosa superproducción lo que en origen no era más que una modesta cinta de género.
Por el camino se pierde el encanto primitivo de historias ingenuistas a las que la aparatosidad les sienta mal. Pero Hollywood seguirá haciendo remakes de este tipo mientras den dinero, desde la convicción de que las nuevas generaciones desconocen la vieja película homónima, a pesar de que para eso existen las rediciones en DVD. En fin, que ninguna película rodada en la primitivo blanco y negro se libra de su correspondiente versión en color y a lo grande.
«Ultimátum a la tierra» era una realización de Robert Wise, director al que ningún género se le resistía, que tenía un mensaje antibelicista muy del inicio de la Guerra Fría. Al actualizarla, lo que han hecho es derivar su discurso pacifista hacia la temática ecologista que hoy en día preocupa.
Por lo tanto, Klaatu es un enviado extraterrestre que, en lugar de concretrar su advertencia sobre la escalada armamentística como antaño, lanza un SOS sobre el peligro de la destrucción de la naturaleza. La caracterización que Keanu Reeves hace de ese mensajero medioambiental venido de alguna lejana galaxia es la de un alienígena que ha ocupado un cuerpo humano, con tal de entremezclarse entre los habitantes de la tierra y recabar la necesaria información acerca de si realmente se merecen que el su planeta sea salvado.
No cabe duda de que el personaje sigue disponiendo de un poder casi divino, pues cuenta con elementos coaccionadores atribuidos al robot Gort, rebautizado como El Centinela.
Keanu Reeves sigue siendo una estrella para el público juvenil, pero el actor ya no tiene esa percepción atemporal de sí mismo. En las presentaciones de «Ultimátum a la tierra» ha confesado que acudió a tratamiento psicológico para afrontar la crisis de los cuarenta, y que a sus 44 años es el primero que comprende que ha de dejar de hacer papeles de hijo para empezar con los de padre. Sin embargo, su imagen le confiere un aspecto poco común, que le ha hecho ser reclamado para producciones fantásticas necesitadas de un protagonista poco humano. Desde que protagonizará «Matrix» es visto además con otros ojos, como si no fuera real, de este mundo.
M. INSAUSTI