No es de extrañar que haya segunda parte de las aventuras del Ratoncito Pérez, porque la primera versión cinematográfica del famoso cuento dio mucho dinero, tanto en Argentina como a este lado del charco. La saga mantiene su régimen de coproducción, pero con cambio de realizador, ya que el argentino Juan Pablo Buscarini no repite.

Le reemplaza su compatriota Andrés Schaer, que codirigió junto al conocido periodista Jorge Bomba Lanata el documental «Deuda», sobre la crisis económica de su país, en un estilo que venía a ser el equivalente latinoamericano a Michael Moore. El cambio de registro no puede ser más radical, al pasarse a la ficción que combina imágenes de animación por ordenador con personajes de carne y hueso.

Otras novedades del reparto humano son la presencia del actor Manuel Manquiña como villano de la función, además de un cameo por parte de Manuela Velasco, la actriz revelación del film terrorífico «Rec». Son inclusiones pensadas para satisfacer al público adulto que acompaña a los menores a la sala de cine.

Esta vez El Ratoncito Pérez visita a un niño llamado Lucas, que intenta permanecer despierto toda la noche para comprobar si la leyenda del intercambio de dientes por monedas es cierta, o por el contrario son los mayores los que se la han inventado y los que dejan el regalito debajo de la almohada. Su interés por conocer personalmente al personaje de los sueños es aprovechado por un malvado empresario de espectáculos, que no dudará en utilizar al crío para atraer a Pérez y capturarlo con el fin de comerciar con las apariciones en público del famoso roedor.