La capital griega, Atenas, fue ayer escenario, por sexto día consecutivo, de incidentes, en este caso más aislados que en jornadas precedentes, entre policías y jóvenes que protestaban por la muerte el sábado de un adolescente por un disparo de un agente. Los incidentes tuvieron lugar coincidiendo con la manifestación que reunió a miles de personas para denunciar la violencia policial y la muerte de Alexandros Grigoropoulos, convocada por los estudiantes y el Movimiento de Trabajadores de la Izquierda. Para los próximos días se han convocado nuevas movilizaciones.

Los choques estuvieron protagonizados de nuevo por policías antidisturbios y grupos de jóvenes estudiantes, que se enfrentaron con piedras, botellas y palos a los agentes.

Los incidentes, que por la tarde se concentraron en los alrededores de la Universidad de Atenas, se sumaron a los disturbios ocasionados en diversos puntos de la capital a lo largo de toda la mañana, donde fueron atacados más de veinte cuarteles policiales.

Por la mañana también se produjeron enfrentamientos en las afueras de la prisión ateniense de Koridalos, a donde fueron trasladados los dos policías acusados de la muerte del joven Grigoropoulos.

Más de cien colegios permanecieron cerrados en Grecia y otros muchos fueron ocupados por escolares, mientras que las universidades -en las que la Policía no puede intervenir, según la legislación griega- se están sumando al movimiento de protesta. Las de Atenas y Tesalónica se encuentran también ocupadas.

En Tesalónica la situación era más tranquila tras los incidentes de la víspera. Por la noche, un millas de personas volvieron a manifestarse, sin que se produjeran incidentes.

A pesar de los nuevos disturbios producidos ayer, la Policía constató una «bajada de la tensión», sobre todo fuera de la capital, respecto a los días anteriores, aunque admitieron la dificultad de prever cómo evolucionará la situación.

Además, desde la noche del miércoles se produjeron movilizaciones de protesta e incidentes en importantes ciudades europeas, como Roma, Bolonia, Madrid, Barcelona, Moscú, Burdeos y Copenhague, entre otras. En ellas hubo decenas de detenidos y heridos.

Desigualdades y corrupción

El líder de la oposición socialista griega, Georgios Papandreu, denunció ayer las «desigualdades sociales» y la «corrupción en las esferas más altas del Gobierno», que, en su opinión, son las responsables de los disturbios que asolan Grecia desde el sábado.

«Tenemos un Gobierno que profundizó las desigualdades sociales y que administró muy mal varios problemas, como la corrupción». Criticó la política del Ejecutivo conservador que «ha minado nuestros sistemas de educación y salud» y «ha creado una injusticia social».