Reforma del reglamento
El PNV pacta con el PSE la renuncia a la autonomía del Parlamento
El PNV había introducido en el nuevo reglamento un punto que hacía prevalecer la autonomía organizativa del Parlamento. La disposición se había aprobado con el voto de EA, EB y Ezker Abertzalea, lo que enojó en su día al ponente del PSE, Rodolfo Ares. Pero a última hora, el portavoz jeltzale, José Antonio Rubalcaba, acordó con Ares la retirada de ese artículo, a cambio de que el PSE eliminara otros como la Oficina Presupuestaria, que incomodaba al Gobierno.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
La Comisión de Urgencia Legislativa, Reglamento y Gobierno cerró ayer un acuerdo sobre la reforma reglamentaria pactado principalmente entre el tripartito y el PSE. El PP anunció su voto contrario al dictamen, principalmente porque no recoge la obligación de los parlamentarios de jurar o prometer la Constitución española para acceder al escaño. También Ezker Abertzalea votará en contra, porque no ha visto recogidas en la propuesta final, entre otras, sus aportaciones para democratizar el funcionamiento interno y la elección de los órganos.
El último impulso al acuerdo fue la transacción de varias enmiendas entre el tripartito y el PSE, entre ellas la renuncia del PNV a proclamar la autonomía organizativa del Parlamento.
Durante las negociaciones de la reforma del reglamento, que han durado prácticamente toda la legislatura, el PNV había introducido, con el apoyo de EA, EB y Ezker Abertzalea, una disposición final primera en la que se leía textualmente que «el Parlamento Vasco tiene autonomía organizativa, administrativa, patrimonial y financiera y aplicará en estas materias su propia normativa interna con carácter prevalente».
El párrafo en cuestión era cualquier cosa menos inocente o superfluo si se atiende a los acontecimientos vividos en la Cámara durante la pasada legislatura, con el procesamiento y condena del presidente, un vicepresidente y una secretaria de la Mesa por no disolver -invocando precisamente la autonomía parlamentaria- el grupo de Sozialista Abertzaleak cuando recibieron la orden del Tribunal Supremo.
La introducción en el reglamento de esta disposición adicional primera enojó en su día al ponente del PSE, Rodolfo Ares, según ha podido conocer GARA de entre los presentes en la reunión. Ares insistía en que el reglamento del Parlamento no podía pretender prevalecer sobre la legislación española. En esta tesis encontró, naturalmente, el apoyo del PP.
Sin Oficina Presupuestaria
El pasado martes se llegó a la reunión de la comisión en la que se esperaba dar la bendición final al dictamen. A pesar de existir un acuerdo general entre el tripartito y el PSE para la aprobación del texto, quedaban todavía algunas asperezas que limar en forma de enmiendas que cada grupo reservaba para el pleno. En la cita el PSE maniobró para ganar tiempo y el miércoles cerró ya un acuerdo con el tripartito para la transacción de hasta 18 enmiendas.
Y entre esas enmiendas destaca la aceptación por parte del PNV de retirar la disposición final primera sobre la autonomía del Parlamento que él mismo había propuesto. Un movimiento llamativo puesto que en su día el ponente del PNV, José Antonio Rubalkaba, lo defendió con ardor frente a Rodolfo Ares.
En lo que parece una contrapartida a esta cesión, el PSE ha renunciado a la creación de una Oficina Presupuestaria en la Cámara, que contribuiría a facilitar un mayor control parlamentaria de la ejecución que el Gobierno hace de los presupuestos. El PNV se oponía frontalmente a la puesta en marcha de esta oficina.
El nuevo reglamento del Parlamento será aprobado en pleno el próximo 23 de diciembre, poco antes de la disolución de la Cámara que pondrá fin a esta legislatura.
El PNV retiró del dictamen la disposición adicional primera que decía: «El Parlamento Vasco tiene autonomía organizativa, administrativa, patrimonial y financiera y aplicará en estas materias su propia normativa interna con carácter prevalente»
El nuevo reglamento comporta algunos avances como la celebración de sesiones de control al Gobierno cada quince días, la posibilidad de delegar el voto por maternidad y paternidad y la agilización de algunos trámites parlamentarios.
Sin embargo, en otras cuestiones la situación continuará estancada. Por ejemplo, Aralar había solicitado que los miembros de la Mesa fueran necesariamente bilingües, lo que no se ha aprobado. Ezker Abertzalea, por su parte, intentó que a los parlamentarios monolingües se les invitara a que aprendiera euskara durante legislatura para que pudieran desempeñar su labor en ambos idiomas oficiales. Tampoco fue posible. Este grupo intentó también que en la Mesa estuvieran representadas las cinco fuerzas que obtuvieran más votos para impedir exclusiones. No se aprobó. Tampoco prosperó la propuesta de que el sueldo de los parlamentarios no excediera a cinco veces el SMI y se debiera garantizar un trabajo regular en la Cámara para cobrarlo.
I.I.
