Al contrario de lo que lamentablemente sucede con los equipos de fútbol, los derbis entre nuestros mejores equipo de baloncesto siguen creciendo en potencial e intensidad. Así, el 30º partido entre equipos vascos en la máxima categoría, el primero al que ambos equipos llegan tras haber jugado y ganado partidos europeos entre semana, se intuye muy interesante ya que los dos llegan en el momento más dulce de la presente temporada.

Los baskonistas, invictos en casa, acumulan seis triunfos consecutivos en ACB mientras que iurbentia, entre los resultados cosechados en la Eurocup y en la liga doméstica, alcanza la cifra de cinco victorias seguidas que le han metido de lleno en la lucha por entrar en la Copa.

Los vizcainos, que la temporada pasada ya lograron profanar el templo azulgrana y ponerles las cosas muy difíciles en Copa, parecen haberle perdido el miedo a Zurbano y los tiempos del debut de los bilbainos en la ACB, con aquel escandaloso 57-104, están ya olvidados.

Pero precisamente el salto de calidad efectuado por los vizcainos ha traído consigo el tener que afrontar partidos entre semana, con largos viajes que no sólo conllevan cansancio físico, sino que además no permiten preparar los choques del fin de semana con tanto mimo como podían hacerlo antes.

Salsa

Todo derbi que se precie requiere su salsa y su pique y en este caso ha sido Txus Vidorreta y su alarde de «bilbainismo», provocando el aparente «complejo de inferioridad» del resto de herrialdes el que ha dotado al partido de hoy de ese toque que, siempre que se tome con mesura, piden este tipo de partidos.

Dusko Ivanovic, por su parte fue mucho más políticamente correcto y aseveró que su equipo está preparado para jugar un partido «largo y duro», porque, según anticipó, el duelo de rivalidad vasca «se va a decidir en el último cuarto».

Tras valorar como se merece la buena trayectoria que lleva el rival durante el último mes, el montenegrino subrayó que su equipo no puede repetir el mal inicio que tuvo ante el Olimpija en Euroliga. «No podemos regalar nada contra ningún rival, y mucho menos ante un equipo como el Bilbao Basket, que está jugando muy bien y que sabe controlar el ritmo de cada partido», explicó el entrenador.