Derechos humanos, utipía
La Unesco actúa contra la esclavitud en pleno siglo XXI
La Unesco ha puesto en marcha una campaña contra la esclavitud, una lacra oficialmente abolida desde hace dos siglos con el fin de la trata de negros. Sin embargo, según la ONU, 27 millones de personas siguen padeciendo esta práctica en el mundo bajo diferentes modos.
Luc PERROT Periodista de France Presse
«Aunque la esclavitud ha sido oficialmente abolida en todo el mundo, continúa siendo una prácticamente ampliamente extendida y profundamente enraizada en nuestra vida contemporánea», subraya la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) cuando se acaban de celebrar los 60 años de la proclamación de la Declaración de los Derechos Humanos en París.
Según un informe de esta organización, «la extinción de la esclavitud transatlántica se considera como un punto final de esta práctica, un momento que relegó la esclavitud a un pasado remoto. Es un error».
27 millones de esclavos hoy
La relatora especial de la ONU sobre las formas modernas de esclavitud, Gulnara Shahinian, estimó, a finales de noviembre, en «más de 27 millones de hombres, mujeres, niños y niñas» el número de personas que viven actualmente en el mundo en situación de esclavitud, padeciendo prácticas como el trabajo forzado o la explotación sexual.
Según el informe de la Unesco, realizado por el instituto británico Wilberforce, «la mayoría de estos 27 millones viven en el subcontinente indio, donde entre 15 y 20 millones de esclavos se ven sometidos a trabajos forzados en India, Pakistán, Bangladesh y Nepal».
Según las cifras, más restrictivas, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), son 12,3 millones de personas las que padecen trabajos forzados en el mundo, de las que 2,4 millones han sido víctimas del tráfico de seres humanos y 2,5 millones son explotados por un estado o por un grupo armado.
El informe de la Unesco afirma que unas 360.000 personas están en situación de esclavitud en los países industrializados, de los que la mitad sufren explotación sexual.
Otras cifras de la OIT estiman en 8,4 millones el número de niños sometidos a las peores formas de explotación (trabajo forzado, niños soldados, prostitución y pornografía infantil, especialmente), sobre un total de 211 millones de niños que trabajan en el mundo.
El informe publicado por la Unesco cita numerosos ejemplos, como el de India, donde «además de la complicidad oficial, numerosos estudios han ligado el trabajo forzado al problema más general de la discriminación de las castas y a una pobreza endémica».
En Mauritania, donde «la superioridad política y económica de los `moros blancos' se basa esencialmente en el sometimiento de sus compatriotas de raza negra», las personas reducidas a una situación de esclavitud alcanzarían al menos la cifra de 100.000, según la misma fuente.
Singapur y Gran Bretaña
En Singapur, 160.000 empleados domésticos inmigrantes, mayoritariamente mujeres originarias de Filipinas, Indonesia y Sri Lanka padecen «abusos sicológicos y síquicos, tratos degradantes, castigos arbitrarios y restricciones de desplazamiento», según el informe de la Unesco.
El texto cita también el caso de la europea Gran Bretaña, donde «decenas de miles de inmigrantes padecen una grave explotación».
«Al menos 10.000 mujeres y entre 3.000 y 4.000 niños han sido objeto de tráfico en Gran Bretaña estos diez últimos años para ser explotados sexualmente» y miles de inmigrantes más han sido obligados a realizar trabajos forzados, especialmente en la construcción, la hostelería y los empleos domésticos, a pesar de los esfuerzos de las autoridades británicas, según la Unesco.