Denuncia de la política penitenciaria
Ex presos afirman que Madrid busca dividir al colectivo para alargar el conflicto
Un nutrido grupo de ex prisioneros compareció ayer ante los medios para censurar la actual política penitenciaria, con la que, según aseguraron, Madrid pretende «la aniquilación» del colectivo de presas y presos políticos y, a su vez, alargar el conflicto político que padece Euskal Herria. Reivindicaron una solución dialogada y consideraron imprescindible el reconocimiento del carácter político de los presos y la vuelta a casa de todos los represaliados.
Maider EIZMENDI | USURBIL
Alrededor de ochenta ex presos se reunieron ayer en el frontón de Usurbil para mostrar su rechazo a la política penitenciaria de los estados español y francés y destacar que «la iniciativa que busca la división entre los presos y las presas políticas vascas responde a la decisión de alargar sin fin el conflicto político». Joxean Agirre y Begoña Sagarzazu tomaron la palabra en nombre de todos los asistentes, que se presentaron como testigos directos de la cruel política carcelaria, tras haber sufrido «en nuestras propias carnes la dispersión, el aislamiento, las palizas, la negación del derecho a estudiar, a comunicarse y a la salud».
Conocedores como nadie del daño provocado a los presos y sus familiares y amigos por la política penitenciaria, se mostraron convencidos de que, a pesar de todo, ésta «no ha cumplido los objetivos que buscaba», ya que la solidaridad del pueblo y la «dignidad del colectivo de presos políticos vascos (EPPK) «ha tenido más fuerza que la dispersión». Por ello, estiman que los estados francés y español han tenido que poner en marcha nuevas medidas que buscan la imposición «de una vida sin derechos» para los presos.
En su opinión, ambos gobiernos tienen actualmente todos los frentes represivos abiertos y «la política penitenciaria es una de sus expresiones más cruentas». El objetivo sería «ahogar las reivindicaciones populares en las prisiones», para lo que «no dudan en utilizar a las presas y presos políticos para el chantaje político, amparados en el todo vale para acabar con la lucha independentista vasca».
No obstante, reivindicaron una solución dialogada y política para el conflicto que enfrenta a Euskal Herria con los estados, y en esa dirección consideran clave el reconocimiento del carácter políticos del colectivo de presos. «Con la solución del conflicto será necesaria la vuelta a casa de todas las personas presas y exiliadas», apostillaron.
En este contexto, censuraron las declaraciones realizadas esta misma semana por el ministro español de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que defendió la política penitenciaria como un «instrumento» de la «política de Estado», lo que, en opinión de quienes también se presentaron como integrantes del movimiento pro amnistía, significa el reconocimiento sin complejos «del carácter represivo y negador del Gobierno español». A su entender, esta iniciativa que busca la división entre los presos «responde a la decisión de alargar sin fin el conflicto». Frente a ello, argumentaron que los gobiernos español y francés, «lejos del reconocimiento de los derechos de los presos, así como de su carácter político, están llevando a cabo una estrategia para la aniquilación del colectivo».
Incidieron en que el reconocimiento de los derechos básicos de los presos y su regreso a Euskal Herria son retos importantes para este pueblo, por lo que animaron a la ciudadanía en general, así como a los distintos agentes sociales, a que aporten su grano de arena en ese cometido y participen en las iniciativas y movilizaciones que se realicen en solidaridad con los represaliados políticos.
También enviaron «un abrazo lleno de cariño» a «los 761 compañeras y compañeros que están dispersados en prisiones de los estados español y francés».
Recriminaron la actitud de varios medios de comunicación y optaron por no responder a ninguna pregunta para «no alimentar con especulaciones un periodismo de trinchera, de basurero, que despreciamos y creemos que no contribuye a mejorar la situación de los presos ni, mucho menos, a superar el conflicto en clave política»
Durante un debate en Radio Euskadi, la parlamentaria Nekane Erauskin preguntó a PNV y NaBai si no tienen «nada que decir» ante las nuevas medidas del Gobierno español en materia penitenciaria. Y recordó el apoyo jeltzale a la dispersión.
Las declaraciones realizadas el viernes por la dirigente del PP Esperanza Aguirre, en las que ésta especulaba con un supuesto interés del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para mantener un nuevo proceso diálogo con ETA, fueron replicadas ayer por el ministro de Interior. Tras subrayar que no quería polemizar ni con la presidenta de la Comunidad de Madrid ni con el PP «en materia de terrorismo» porque «hay un gran interés en mantener la unidad, pues cuando se está juntos se es más fuerte», volvió a defender su política penitenciaria.
«Estamos muy fuertes», afirmó Alfredo Pérez Rubalcaba antes de insistir en que «a estas alturas todo el mundo debe saber que nadie del Gobierno va a volver a negociar con ETA». Al ser preguntado por los periodistas, durante un acto celebrado en Cádiz, sobre «acercamientos» de prisioneros vascos a Euskal Herria, puntualizó que se han producido «traslados de presos tanto del sur al norte como del norte al sur» y añadió que la ciudadanía española debe estar tranquila porque, si hay alguien a quien no le gusta esa política penitenciaria, es a ETA y, a su juicio, «eso quiere decir algo».
Pese al llamamiento del ministro de Interior, dirigentes de su partido y del PP cruzaron ayer duras críticas en torno a estos asuntos. La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, calificó de «indecente» que el PP intente «sembrar dudas sobre la política antiterrorista del Gobierno». Pajín, que participó en la apertura de las jornadas de política municipal que reúnen este fin de semana en Gasteiz a más de trescientos alcaldes del PSOE, reclamó especialmente a Esperanza Aguirre y a Mariano Rajoy que «no vuelvan a las andadas» y que no actúen con deslealtad hacia el Gobierno de Zapatero «por arañar un puñado de votos».
Durante un encuentro con militantes y simpatizantes en Andoain, el líder del PSE, Patxi López, también comentó que éste es «el enésimo intento del PP de utilizar de manera partidista la lucha contra el terrorismo».
La formación que dirige Mariano Rajoy hizo acuse de recibo ante esas afirmaciones, pero mantuvo el tono de desconfianza. «Me lo tengo que creer, que no es lo mismo que decir que me lo creo», replicó el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, tras escuchar al ministro de Interior decir que el diálogo con ETA «forma parte de un pasado que ya no va a volver».
El parlamentario José Antonio Rubalkaba aseguró que su partido no ha sido informado de los traslados de presos. También indicó que el PNV asumió la política de dispersión que diseñó el Gobierno del PSOE en los años 80, pero no el alejamiento.