El presidente cubano, Raúl Castro, llegó ayer a Caracas en su primer viaje oficial al exterior desde que tomó el relevo de su hermano Fidel en 2006. La visita estuvo marcada por las buenas relaciones entre La Habana y Caracas y entre Castro y el presidente venezolano, Hugo Chávez.

El avión de Castro aterrizó en el aeropuerto caraqueño de Maqueitía a las 11.00, hora local [16.30 en Euskal Herria], para una visita oficial que duró escasas horas.

Acompañado de varios ministros, Raúl Castro recibió una calurosa bienvenida de Chávez. Ambos mantuvieron una reunión en el palacio de Miraflores, que acogió la novena reunión de la comisión intergubernamental entre los dos estados latinoamericanos.

«Raúl Castro nos anunció, hace varios días, que había sido invitado por Brasil, China y Rusia, pero que no podía ir a ningún otro país antes de visitar Venezuela como presidente cubano», proclamó Chávez.

Inicialmente estaba previsto que el primer viaje de Castro al exterior tuviera como destino Brasil, donde este miércoles se inaugura la Cumbre América Latina-Caribe.

Fidel Castro también escogió Venezuela para realizar su primer viaje oficial al exterior tras su acceso al poder el 1 de enero de 1959. «Raúl ha repetido la historia», declaró Chávez.

El Gobierno venezolano informó de que la cooperación con Cuba ha permitido ejecutar 76 proyectos bilaterales, cuyo valor se ubicó en 1.355 millones de dólares [1.015 millones de euros].

Entre los principales convenios alcanzados destaca la recuperación y ampliación de la refinería Cienfuegos, situada a unos 250 kilómetros de La Habana, que fue reinaugurada en diciembre de 2007, gracias a una inversión de 166 millones de dólares [124 millones de euros].

Cooperación bilateral

Las renovadas relaciones entre los gobiernos de Caracas y La Habana se remontan a octubre de 2002, cuando suscribieron un convenio integral de cooperación que abarca acuerdos de toda índole, entre ellos uno energético que permite a Cuba pagar parte de los 100.000 barriles diarios de crudo que le provee Venezuela con servicios médicos, educativos y deportivos.

Otro de los proyectos bilaterales consiste en la instalación en Venezuela de once plantas para la producción de etanol y el desarrollo de la producción de caña de azúcar, con tecnología cubana.

De igual manera, esta cooperación bilateral se traduce en diversos proyectos desarrollados por más de 1.400 técnicos agrícolas cubanos que apoyan a los campesinos venezolanos y otros 6.000 entrenadores que asesoran a deportistas venezolanos de alto nivel. Asimismo, han sido repartidas en Venezuela unas 78 millones de bombillas de bajo consumo de fabricación cubana y se han instalado más de 810 sistemas fotovoltaicos cubanos en comunidades aisladas de Venezuela.