Los arquitectos catalanes con orígenes vascos Jon y Naiara Montero han sido los ganadores del Concurso Internacional de Renovación Arquitectónica de Tabakalera, al que se han presentado un total de 61 proyectos. Según Odón Elorza, alcalde de Donostia y presidente del jurado, «la apertura a la ciudad que supone su propuesta de creación de una nueva plaza urbana en un lateral del edificio, junto al actual acceso subterráneo al barrio de Egia, plantea de manera novedosa la integración urbana, comunicando en un mismo nivel el parque de Cristina Enea, Tabakalera y el centro de la ciudad». De ahí el nombre «3 en raya» del proyecto. Elorza destacó además la construcción de un nuevo elemento que realza y se eleva ligeramente sobre el edificio actual: «Un volumen de vidrio sobre el cuerpo central del edificio, que reforzará su carácter de icono y proporcionará un nuevo punto de vista sobre la ciudad». Los ganadores se hacen cargo a partir de ahora de la redacción del proyecto de ejecución y de la dirección de las obras, para lo que cuentan con un plazo de nueve meses. El equipo ganador recibirá un premio dotado con 36.000 euros y el presupuesto estimado para la construcción del nuevo centro asciende hasta los 42.300.300 euros.

Espacios abiertos a la ciudad

Una de las principales actuaciones del proyecto consiste en crear una «loggia» en el sector norte del edificio, donde se encuentra el actual acceso subterráneo. La idea es la de crear una plaza al nivel del sótano del edificio, de carácter plurifuncional y parcialmente abierto. Se trataría de una de las tres entradas que tendría Tabakalera y que se comunicaría directamente con la «calle principal» que atravesará el edificio. Este nuevo espacio urbano se convierte en la pieza clave para completar el llamado «3 en raya», ya que, tal como lo explican los arquitectos autores del proyecto, «acabaría de relacionar, atravesando el edificio en una hipotética diagonal, las tres fichas en juego». El segundo de los accesos tendría lugar desde la fachada orientada al río Urumea, mediante la construcción de una gran plataforma sobre el ferrocarril, a la altura de la primera planta. La tercera entrada sería el actual acceso desde el parque Cristina Enea.

La antigua fábrica de tabaco cuenta con 26.000 metros cuadrados y es el mayor edificio de Donostia. Mediante este proyecto, se convierte en un centro cultural que se estructurará alrededor de cinco funciones: producción, exhibición, debate, formación y archivo-difusión. Para ello, Tabakalera se dotará de espacios que se cederán tanto a artistas como a ciudadanos en general, salas de producción artística, dos salas de proyección, cada una de ellas con capacidad para cuatrocientas y cien personas, dependencias para exposiciones, una mediateca digital, zonas de relación y ocio y áreas formativas, además de estancias para los servicios de gestión del CICC y para otras instituciones como el Instituto Etxepare y la Filmoteca Vasca.