Cuatro cumbres en Brasil por una Latinoamericana unida y soberana
Brasil, con su presidente Luiz Inácio Lula da Silva como anfitrión y principal promotor, acoge cuatro cumbres regionales simultáneas con las que quiere lograr una Latinoamérica unida y soberana. El invitado estrella es el cubano Raúl Castro, nuevo en este tipo de eventos. En un breve discurso en la cumbre de Mercosur, a la que asistió en calidad de invitado, incidió en la importancia de lograr una «región integrada con programas sociales y estructurales».
GARA |
Mercosur, Unasur, Grupo de Río y el CALC (América Latina y el Caribe). Cuatro cumbres casi simultáneas y exclusivamente latinoamericanas, sin presencia de EEUU ni de la UE. El presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, además de ejercer de anfitrión, ha sido el principal impulsor de esta cita múltiple. El objetivo es lograr una Latinoamérica unida y soberana.
El invitado estrella fue Raúl Castro. Cuba acaba de entrar en el Grupo de Río, creado en 1986 tras la declaración suscrita por Argentina, Brasil, Colombia, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela. Actualmente, más de veinte naciones integran este organismo, uno de los más grandes del continente.
El presidente mexicano, Felipe Calderón, felicitó a su homólogo cubano por la adhesión de la isla a este bloque «en un momento en el que la integración regional se ha vuelto un instrumento imprescindible para hacer frente a los retos de la globalización». Castro aprovechó el encuentro para invitar a Calderón a La Habana y así fortalecer algunos acuerdos de cooperación económica y migratoria. De hacerlo, sería la primera visita oficial del jefe de Estado mexicano a Cuba.
El mandatario cubano, con una apretada agenda, asistió también en calidad de invitado a la cumbre de Mercosur, puesto en marcha en 1991 por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. En un breve discurso, insistió en la importancia que tiene para la isla «la integración de la región, su complementación económica y la defensa de su espacio».
Alertó de que «la integración en América Latina tropieza también con una reconocida desigualdad» por lo que se hace necesario que todas las naciones del bloque trabajen en conjunto.
«Acogemos con beneplácito los compromisos del Mercosur por una región integrada y nos complace que su prioridad sean los programas sociales y estructurales. Si seguimos con ese deseo de seguir avanzando y no limitarnos al sólo placer de reunirnos, Cuba reiterará entonces su interés de trabajar con ustedes», destacó.
Quien también insistió en la necesidad de trabajar en equipo y de hablar con «voz propia» fue el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que excusó su ausencia en la reunión del Mercosur por problemas de agenda.
Afirmó que la celebración de estas cuatro cumbres en apenas 48 horas «es una señal muy fuerte; ya no manda EEUU». «Lo más importante es que estamos aquí y además sin el patronazgo del Imperio. Está comenzando el camino, nuestro camino desde el sur. América Latina está iniciando una andadura sin la hegemonía y el protectorado de imperio alguno», enfatizó.
Chávez remarcó que la llegada a la Presidencia de Estados Unidos de Barack Obama «es propicia para que hablemos con una sola voz».
A su juicio, la presencia de Cuba en el balneario brasileño de Costa do Sauípe «es una señal de la nueva era en los procesos de integración. Cuba es parte del alma de América Latina».
Movimientos sociales de América Latina que participan en la Cumbre de los Pueblos del Sur respaldaron la decisión del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, de no pagar la deuda externa contraída «ilegalmente», una iniciativa que podría extenderse a Bolivia, Paraguay y Venezuela. En un comunicado aprobado en la ciudad de Salvador, 500 representantes de unos 40 grupos sociales y sindicales de Sudamérica pidieron a los países de la región que secunden la decisión de Ecuador de suspender parte de los pagos y realizar una auditoría de su deuda externa. «Si son deudas ilegítimas, ilegales, fraudulentas, deudas que no han servido a los intereses de los pueblos, no tienen por qué estar pagándolas», remarcó Berverly Keene, coordinadora de la red Jubileo Sur.
Consideraron que el impago de la deuda externa «ilegal» es una medida adecuada para proteger los recursos que pertenecen a los pueblos.
Los países integrados en la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) anunciaron en una reciente reunión en Caracas su respaldo a la suspensión del pago de intereses de la deuda externa de Ecuador. Por su parte, el Gobierno de Paraguay ha expresado su intención de realizar una auditoría de las deudas que mantiene con Argentina y Brasil, país con el que mantiene un litigio por la presa de Itaipú, que acoge la mayor central hidroeléctrica del mundo. «Tenemos mucha deuda internacional que no llegó a su destino, que no se utilizó con la finalidad inicial con la que fue contraída. Eso en democracia no tiene legitimidad», subrayó el presidente Fernando Lugo.