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Operación policial en Donostia y Pasaia

La Guardia Civil también incomunica a los últimos detenidos

Los jóvenes arrestados ayer en Donostia y Pasai San Pedro -June Villarrubia, Arkaitz Landaberea, Julen Etxaniz y Saioa Urbistazu- fueron incomunicados y trasladados a Madrid mientras que la defensa exigía la aplicación del protocolo con el que el Gobierno español presume de estar «en la vanguardia» de la defensa de los derechos humanos; sin embargo, no encontró respuesta. El movimiento pro-amnistía alertó de que están «en verdadero peligro de ser torturados».

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Oihana LLORENTE |

La Guardia Civil arrestó durante la madrugada de ayer a cuatro jóvenes en Donostia y Pasai San Pedro, a los que vinculó con ETA. Se trata de Arkaitz Landaberea -trabajador de GARA-, June Villarrubia, Julen Etxaniz y Saioa Urbistazu, de edades comprendidas entre 23 y 32 años. Todos son donostiarras excepto Villarrubia, que es natural de Lezo.

El operativo policial se inició sobre las 2.15 en el barrio donostiarra de Intxaurrondo, donde detuvieron a Landaberea y Villarrubia, que son pareja al igual que Etxaniz y Urbistazu. Esta última fue apresada en la calle Urbieta de la capital guipuzcoana, en su domicilio familiar, mientras que la última detención, la de Etxaniz, se produjo en Frontoiko kalea de Pasai San Pedro. El movimiento pro-amnistía alertó de que éste tiene roto el peroné, por lo que camina con muletas, y está a la espera de una intervención quirúrgica prevista para enero.

Las imágenes emitidas por los distintos medios en torno a la operación mostraban un gran despliegue policial y la participación de un alto número de agentes de la Guardia Civil. En la céntrica calle Urbieta, por ejemplo, media docena de Patrol del instituto militar tomó la zona antes del arresto de Urbistazu. Para acceder al domicilio, según informó el movimiento antirrepresivo, los agentes llegaron a echar abajo la puerta.

En un comunicado de prensa, detalló que el piso en el que vi- ven Arkaitz Landaberea y June Villarrubia quedó precintado, al igual que el de Etxaniz, en el distrito pasaitarra. Para llevar a cabo estos arrestos, los alrededores de las viviendas fueron precintadas para que nadie pasara.

La Guardia Civil registró los tres inmuebles durante horas; la inspección del domicilio pasaitarra se dilató incluso hasta pasadas las ocho de la mañana. Las agencias de información españolas afirmaron que en algunos de estos registros estuvieron presentes los arrestados.

Estas agencias, citando fuentes «de la investigación», señalaban pocas horas después de las detenciones que los cuatro jóvenes estaban siendo ya trasladados a dependencias policiales de Madrid.

Al igual que ocurriera el pasado lunes tras la detención de Amets Ladislao, Ibai Egurrola y Xabier Gutiérrez, el ministerio que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba ocultó durante horas la identidad de los detenidos, ya que fue a partir de las 9.00 cuando se conocieron sus nombres.

El movimiento pro-amnistía también recordó a los arrestados la pasada semana, para alertar de que, al igual que aquellos, los cuatro de ayer ase encuentran «en verdadero peligro de ser torturados salvajemente». Indicó que la tortura es utilizada «de manera sistemática» por el instituto militar y denunció que mientras tanto «otros celebran a lo grande el 60º aniversario de la Carta de Derechos Humanos», en alusión a las formaciones que componen el Gobierno de Lakua. De hecho, afirmó que estos partidos políticos «tienen las manos manchadas de casos de tortura».

En la nota también mostró su convencimiento de que algún día en Euskal Herria «se realizará la memoria de la tortura; ahí se podrá ver quién ha hecho algo contra esta cruda realidad».

La operación de ayer fue ordenada por el Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional española, que se encontraba de guardia en el momento de los arrestos.

El Ministerio español de Interior, en un comunicado, señaló que estos últimos arrestos se han producido a raíz de la documentación incautada tras la detención de Xabier López Peña, Ainhoa Ozaeta, Jon Salaberria e Igor Suberbiola el pasado 20 de mayo en Burdeos. Precisó que para el análisis de aquella información se creó un equipo conjunto entre cuerpos policiales de ambos estados, con la participación del Servicio de Información de la Guardia Civil.

También añadió que el resultado de la investigación certifica «la existencia de informaciones sobre potenciales objetivos de ETA, especialmente en Gipuzkoa», y como consecuencia de ello acusó a Landaberea, Etxaniz, Villarrubia y Urbistazu de ser miembros «legales» de la organización armada y de «formar un comando de apoyo encargado de recabar información».

El mismo comunicado hizo hincapié en que la operación policial continuaba abierta, por lo que no se descartaban nuevas detenciones.

El Ministerio de Interior también indicó que en los registros los agentes requisaron abundante documentación, especialmente en soportes informáticos que serán analizados. No obstante, el movimiento pro-amnistía únicamente dio cuenta de la incautación de un ordenador y diversos papeles en la vivienda de Saioa Urbistazu.

Las movilizaciones, una muestra de la inquietud ante el peligro de la tortura

El comité de empresa de Baigorri Argitaletxea S.A., editora de GARA, ha mostrado, mediante un comunicado, su solidaridad con el trabajador de GARA Arkaitz Landaberea, así como con los demás arrestados, a la vez que pone de manifiesto su preocupación ante la situación que puedan padecer los cuatro arrestados durante el periodo de incomunicación en las dependencias de la Guardia Civil.

En la nota suscrita por los trabajadores de Baigorri, y que contó con la adhesión del comité de empresa de Herritar Berri y Euskal Prentsa, se recuerda a los cinco detenidos por este cuerpo militar la pasada semana y los testimonios de tortura realizados tras el periodo de incomunicación.

Asimismo, los trabajadores de este periódico llevaron a cabo ayer una concentración en solidaridad con el detenido. Cuando los trabajadores, tras la protesta, acudían ya a su centro de trabajo una furgoneta de la Ertzaintza se personó interrogando por el motivo de la concentración. Esta movilización se llevará a cabo todos los días mientras que Landaberea continúe en situación de incomunicación. Las protestas serán a las 16.00 en la rotonda situada frente a la delegación de GARA en Donostia.

Al igual que este periódico, la iniciativa popular Bai Euskal Herriari también mostró «inquietud» ante esta operación policial y en especial ante el arresto de Julen Etxaniz, integrante de la iniciativa. Asimismo, expresó su solidaridad con Landaberea, que ayudó en la materialización de su página web. En la nota emitida, aseguró estar «totalmente convencida» de que los cuatro jóvenes serán puestos en libertad en breve; «no por la confianza que nos ofrece la actual justicia, si no porque estamos convencidos de su inocencia», recalcó.

El movimiento pro-amnistía, en la nota emitida a los medios, animó a la ciudadanía a acudir a las movilizaciones convocadas en protesta por este operativo policial.

Tanto en Pasai San Pedro como en Donostia se llevaron a cabo protestas por estos arrestos. En la primera participaron 70 vecinos, mientras que en la capital guipuzcoana se llevaron a cabo dos movilizaciones: una en el barrio de Intxaurrondo, concretamente en el cruce de Ulia; y la segunda fue una manifestación que partió desde la plaza de la Constitución, en la Parte Vieja.

Hoy también habrá movilizaciones en solidaridad con los arrestados. Por ejemplo, en Donostia se ha convocado una marcha a las ocho de la tarde en el Boulevard. GARA

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