El Eibar tendrá una oportunidad propicia de reencontrarse con los buenos resultados a domicilio en su visita al colista de Segunda, el Sevilla Atlético, pero el técnico de los guipuzcoanos, Carlos Pouso, recela de lo que define como «partido trampa», en un intento de mantener en guardia a los suyos.

El entrenador azulgrana considera que si ganan este partido parecerá que no han hecho «nada» y, en caso de derrota, «temblarán los cimientos de Ipurua», cuando en realidad el filial sevillista es «un equipazo» capacitado para grandes cosas, a pesar de que sólo ha conseguido 7 puntos.

Pouso sostiene que se trata de un duelo para «disputarlo» y que en ningún caso se ganará «sin bajar del AVE», sino a base de «correr, estar muy serios en defensa, crear ocasiones y acertar». Aún así, tiene confianza en la plantilla azulgrana, a la que define como «implicada, coherente y muy inteligente», puesto que en el equipo eibarrés todos saben el terreno que pisan, dada la modestia de la entidad.

«En el diccionario del Eibar no existe la palabra relajación», advirtió, con la certeza de que «no se venderá la piel del oso antes de cazarlo».