Precedidos por un zanpantzar, la manifestación que convocó LAB en Iruñea pasó por las sedes de «los responsables de la crisis que vivimos», según el sindicato: Caja Navarra, CEN, UPN y Parlamento en las que se pegaron pegatinas con el lema «Lapurrak»

La marcha, encabezada por dos pancartas con los lemas «Todos a una» y «No más despidos», reunió a unas 5.000 personas según el sindicato abertzale, que también portaron otras de las empresas Kybse, Dana, Koxka,o Aspace, así como las que aludían al rechazo al TAV o a los derechos de las mujeres. Al finalizar, el responsable del sindicato en Nafarroa, Igor Arroyo, subrayó la necesidad de «obligar a los empresarios a asumir el coste de la crisis que ellos mismos crearon por su afán de dinero y su ambición».

Arroyo aseguró que los trabajadores tienen el potencial necesario para conseguir ese objetivo. Y por eso emplazó a quienes ven riesgo su empleo, a mujeres, jóvenes, e inmigrantes a «obligar a los gobiernos a que no firmen despidos y a los bancos a que no hagan negocio a nuestra costa». Además, acusó al presidente de la patronal navarra, José Manuel AYESA, de considerar a los trabajadores como máquinas de producir por amenazar con cerrar empresas si no se aceptan los expedientes .

Criticó al vicepresidente económico del Gobierno foral, Alvaro Miranda, al que acusó de «sinvergüenza», por animar a los ciudadanos a consumir mientras el titular de Trabajo firma despidos. «Son parásitos sociales que viven del trabajo ajeno», acusó, y les reprochó que «nos pretendan hacer creer que vamos en el mismo barco, amenazados por una especie de monstruo que es la crisis, cuando esta gente nos ha robado durante una década de crecimiento y ahora quieren maternos la mano en el bolsillo y robarnos más». También denunció la actitud de UGT y CCOO que «se han entregado a la patronal en su ofensiva brutal de despidos, chantajes y coacciones. «Nosotros defendemos una vía de lucha y compromiso que es difícil pero que es el camino en defensa de los trabajadores», aseguró.

«Chantaje claro»

Gasteiz acogió otra protesta de trabajadores de empresas alavesas afectadas por expedientes, que también exigieron que «la crisis la paguen los capitalistas». La convocatoria de los trabajadores de Esmaltaciones San Ignacio fue asumida por ELA, LAB, CCOO, UGT, ESK y CGT, así como por btrabajadores de Mercedes, Pemco, Trelleborg Izarra, Sidenor o Noacero. Partió a las 12.00 de la Plaza de Bilbao tras una pancarta con el lema «Que la crisis la paguen ellos. Espedienterik ez. Despidorik ez».

Los trabajadores denunciaron que desde las direcciones se intente aprovechar la situación de crisis para hacer «un claro chantaje» a sus empleados y plantear medidas como el incremento de la flexibilidad laboral. Mercedes ha planteado un expediente que afectaría durante setenta días a unos 2.800 empleados. Cegasa también ha presentado un ERE para 240 trabajadores. En Esmaltaciones San Ignacio, la dirección pretende despedir a 36 de los 156 empleados. Otra manifestación recorrió Peralta para rechazar los expedientes presentados por Koxka y Kobol, que afectan a 275 trabajadores.