SEGUNDA El Salamanca, con diez desde el minuto 43
Ansotegi pone la cabeza para dar el triunfo del corazón
Una Real que no encontró el fútbol de Albacete apeló a su casta para acorralar al Salamanca en su área en los últimos veinte minutos y una jugada entre tres defensas propició el gol en el minuto 92.
REAL SOCIEDAD 1
U. D. SALAMANCA 0
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
Esta Real no se rinde. Cuando no tiene fútbol, apela a la casta y cuando lo hace al final encuentra más premio que cuando exhibe sus mejores argumentos futbolísticos. Ayer el juego de los blanquiazules no se pareció en nada al de Albacete, ni su ritmo, ni su intensidad ni su acierto. Pero en el fútbol más importante que el buen juego es la capacidad competitiva de un equipo y la Real la volvió a demostrar ayer al pelear hasta el tiempo añadido para encontrar ese gol que permite despedir el año muy cerca de los puestos de ascenso a pesar de todas las adversidades que ha sufrido.
El de ayer fue el triunfo del corazón, pero siempre hay una cabeza que vehiculiza sus impulsos. En los primeros 70 minutos de partido la Real no fue capaz de superar al Salamanca y de crear ocasiones. No encontró el fútbol de Albacete y hasta entonces apenas se pudieron contabilizar un par de detalles de Sergio en el inicio del segundo tiempo. No había ocasiones claras y el Salamanca, pese a jugar con uno menos desde el minuto 43 por una expulsión de Pedro Botelho que debió llegar algunos instantes previos, no sufría.
La Real no encontraba espacios para combinar. Por ello entendió que la línea recta es la mejor forma de llegar a la portería y apeló al plan B, a la casta y a un juego directo que nace del corazón, pero es más inteligente que tocar y tocar y estrellarte constantemente contra una pared. Por eso, a partir del minuto 26 del segundo tiempo, la Real empezó a buscar centros al área de Alberto. Lanzó en veinte minutos ocho saques de esquina, media docena de faltas y tanto en primeras como en segundas jugadas se colgaba el balón al área y sólo ahí se veían los problemas de una defensa charra asolada por las bajas de defensas antes y durante el partido.
El problema de la Real es que sus jugadores adelantados, en ausencia de Iñigo Díaz de Zerio, no tienen mucho gol. Pero este equipo encuentra respuestas a todos sus problemas y sus defensas no sólo se limitan a mantener su portería a cero en los últimos cuatro partidos de Anoeta, sino que han marcado tres de los últimos cinco goles del equipo. El de ayer además lo fabricaron entre tres de ellos porque Gerardo centró, Labaka ganó un balón aéreo y Ansotegi llevó el júbilo a la grada.
Un buen líder
Fue un gol que hizo justicia a la entrega y al acoso realista de los últimos veinte minutos, pero hasta entonces el Salamanca, sin alardes, fue superior en el juego y demostró que su clasificación no es por casualidad.
Los salmantinos controlaron el partido en el primer tiempo y dispusieron de las pocas ocasiones de peligro. En ataque combinaban el balón con claridad y en defensa conseguían que la Real no pudiera elaborar su juego. Sus únicos problemas llegaron en las ocasiones en las que el balón llegaba a las botas de Xabi Prieto, que no provocó ocasiones de peligro, pero sí dos faltas de Pedro Bothelo que motivaron su expulsión.
En el segundo tiempo el Salamanca se vio obligado a retirar a su media punta para sacar un central y recomponer su defensa. Empezó a jugar en su medio campo y se centró en la defensa del empate. Priorizó el aspecto defensivo sin que la entrada de dos suplentes para recomponer su defensa le creara problemas, con dos líneas muy juntas contra las que chocaban los ataques blanquiazules.
Porque Juanma Lillo mandó a la izquierda a Xabi Prieto para ver si por allí encontraba alguna fisura en un defensa del filial, pero el tolosarra se dio cuenta de que en aquel pozo no había petróleo y lo devolvió a la derecha. El Salamanca jugaba con la defensa adelantada, pero la Real no era capaz de romper esa línea con velocidad porque Necati no la tiene. Se mejoró en esa faceta con la entrada de Sergio en lugar de Rivas, que aportó un par de detalles de mucha calidad, y de Imanol Agirretxe, que tiene más chispa y velocidad y en pocos minutos consiguió por dos veces encontrar sendos pases de Aranburu y crear peligro.
Pero el Salamanca apenas sufría y conseguía que la Real no inquietara demasiado. Además Teixeira Vitienes les permitía perder todo el tiempo que querían. En ese instante la Real apeló a la heroica y buscó la victoria por la línea recta que ordenaban impulsos como los que convirtieron a Labaka en extremo zurdo en varias ocasiones.
El balón iba al área salmantina y volvía como si de un partido de pelota se tratara. Así empezaron a llegar las ocasiones más claras cuando se entraba en los últimos cinco minutos de partido. Primero fue Mikel Aranburu el que empalmó un despeje que golpeó en un defensa y no entró en la portería por poco. Luego fue Ansotegi el que dejó a Necati la opción de marcar su primer gol legal sin que el turco acertara a empalmar su remate. El tiempo se agotaba y en uno de los últimos impulsos llegó la jugada de tres defensas que dio a la Real una victoria importante que necesitó de un paradón de Bravo a una falta bien lanzada por Jorge Alonso.
Juanma Lillo ya dijo que una victoria antes del parón de Navidad es la más importante para un futbolista, pero más en la situación complicada en la que vive el club. Porque la supervivencia es el objetivo del club, pero el corazón y la cabeza de esta plantilla permiten que el ascenso pueda ser su objetivo.
En la previa del partido, Juanma Lillo aseguraba que la victoria más deseada es la de antes del parón navideño, porque son quince días con buen sabor de boca. La demanda del tolosarra se vio cumplida, aunque tuvo que esperar hasta la prolongación de la segunda mitad para ver cómo su equipo cobraba ventaja en el marcador. «Cuando no aciertas es normal... ya somos equipo de resultado corto, así que no podía ser de otra manera. Además, el Salamanca es un buen equipo. Pero hasta el final veía la posibilidad», explicó. Cuestionado por la falta de puntería, fue muy gráfico: «Si empalmamos este partido con el anterior, salen 300.000 ocasiones y dos goles a favor». Lillo quiso destacar el claro dominio de su equipo en la segunda parte: «Estaban uno menos, no doce. Que parecía que les habían echado a cinco. En la segunda parte no han pasado de medio campo». Preguntado por el arbitraje, respondió que «mira la pirula que ha armado, espero que no tenga que ver con lo que he dicho anteriormente, o sea que me voy a callar». El autor del gol, Jon Ansotegi, comparecía con un ojo hinchado, quizás producto del choque con el portero rival en la jugada que dio la victoria. Respecto al desarrollo del partido, el central explicaba que «en el descanso ya habíamos hablado de que se iban a meter atrás, con dos líneas de cuatro muy juntas, y que nos iba a costar. Pero hemos abierto por las bandas, hemos centrado mucho y al final ha entrado». GARA
La plantilla realista comenzó tras el partido las vacaciones y no volverá a los entrenamientos hasta el lunes 29 a las 15.30 en Zubieta.
El juvenil ganó 6-1 al Valvanera y sigue su gran trayectoria mientras que el cadete acusó jugar en hierba artificial contra el Athletic, que le venció por 2-6. El infantil ganó 6-0 al Añorga. Hoy el Sanse recibe a las doce al Guijuelo con la obligación de ganar.