Grecia fue escenario ayer de nuevas protestas por la muerte de un adolescente de 15 años por disparos de la Policía el pasado día 6. Decenas de manifestantes lanzaron huevos y basura contra los agentes apostados en la sede del Parlamento e intentaron quemar el árbol navideño situado en la plaza Syntagma de Atenas. Otro grupo lanzó cócteles molotov contra una sede del Ministerio de Finanzas. El ataque causó daños de poca importancia. Mientras, en el barrio ateniense de Kolanaki, incendiaron dos vehículos que quedaron seriamente dañados.

En Salónica, al norte de Grecia, una treintena de jóvenes irrumpieron en el teatro central de Olympion, abierto todos los años durante el festival internacional de cine. Los manifestantes desplegaron una pancarta gigante sobre la fachada del teatro en la que se podía leer «solidaridad con los detenidos». En las protestas de estas tres semanas, la Policía ha detenido a unas 200 personas.

Asimismo, varias personas arrojaron pasteles contra el alcalde de Salonica, Vassilis Papagéorgopoulos, que se disponía a participar en una fiesta navideña en una céntrica plaza.