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Crónica | Salud laboral

Las asociaciones piden en Bruselas que se prohíba cualquier uso del amianto

El amianto y sus efectos mortales ocupan de nuevo la actualidad debido a que ha fallecido la tercera ex trabajadora de Paisa de Errenteria. las asociaciones de víctimas de amianto se reunieron en Bruselas para presionar a la UE para que prohíba todo tipo de amianto en los procesos productivos. Y, por otro lado, los trabajadores de Cementos Rezola recibieron a los técnicos de Osalan y de la Inspección de Trabajo con una pancarta con el lema «Gure osasuna Ez dago salgai!»

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Juanjo BASTERRA

CCOO de Euskadi denunció días atrás la muerte de una ex trabajadora, María Isabel Tobias, de 58 años, de la empresa Productos Aislantes SA (Paisa) de Errenteria, víctima del amianto. Es la tercera que fallece en el plazo de unos pocos años, según confirmó el sindicato. La semana pasada diferentes asociaciones de víctimas del amianto europeas se reunieron en Bruselas y exigieron a la Comisión Europea que definitivamente prohíba el uso del amianto en determinadas instalaciones de electrolisis y que no ceda a la presión de las empresas Dow Chemical, Solvay y Zachem.

Según explicaron estas asociaciones a GARA, «el encuentro sirvió para exigir a la Comisión Europea que no permita las importaciones de amianto, comercialización y empleo de artículos que lo contienen en determinadas isntalaciones de electrolisis». Según se explica, la Directiva Europea de 1999 prohibió el uso del amianto desde 2005, pero las tres empresas presionaron para que se les permitiera utilizar en determinados procesos. En la actualidad, la Comisión Europea pretende, a través de la directiva REACH, dejar a las mismas que continúen con las instalaciones de electrolisis que tienen amianto. «Nos oponemos a esa prórroga, una vez que ya se cumplió el plazo para reducir el proceso en enero de 2008».

Ocultación

CCOO de Euskadi denunció que «Osakidetza y Sanidad están corriendo con los costes ajenos y ocultan las enfermedades laborales, incluidas las del amianto, cuando tendrían que ser las mutuas las que cargasen con esos costes». Reclamó una vigilancia post ocupacional de los trabajadores que estuvieron en contacto con ese mineral durante su vida laboral.

La central sindical recuerda el fallecimiento en noviembre de María Isabel Tobias, de 58 años, víctima de un mesotelioma o cáncer pleural, después de trabajar entre 1968 y 1971, al igual que otras muchas mujeres, en la empresa Productos Aislantes SA (más conocida como Paisa).

A esta trabajadora se le reconoció la incapacidad absoluta por enfermedad profesional, al demostrar que el amianto era uno de los componentes de las piezas de baquelita fabricadas en la empresa, aunque la misma «jamás declaró trabajar con amianto e incumplía la norma que impedía que mujeres menores de 21 años estuvieran expuestas al amianto», dice CCOO. Antes fallecieron Begoña Albizu, por un mesoteliomam y «otros compañeros a los que se diagnosticó cáncer de pulmón, discutido si era producto del amianto o del tabaco».

El pasado julio, a otra ex trabajadora de Paisa, Raquel Martínez Caballero, se le observó un «engrosamiento pleural con nódulos sólidos de malignidad» al ir a prepararse para una intervención de rodilla, que finalmente se suspendió por Osakidetza. Raquel falleció recien- temente a consecuencia del cáncer de pleura. CCOO de Euskadi denunció que Osakidetza «incumplió una vez más el protocolo de comunicación de sospecha de enfermedad profe- sional».

La central sindical reconoce que «hemos acreditado estas tres muertes, pero nos preguntamos cuántas se producen en esa misma localidad o en el resto de Euskadi, en el más absoluto silencio y ocultando el origen profesional por parte de Osakidetza». Por eso, el sindicato espera que «los gestores políticos de la Sanidad vasca no continúen mirando a otro lado, asumiendo los enormes costes económicos que corresponden a las mutuas, para ocultar el origen de las enfermedades, ayudando a eludir la prevención frente a las sustancias cancerígenas. Un regalo muy caro a la patronal, mostrando el nulo interés ético del Departamento de Sanidad del Gobierno vasco por la prevención de las enfermedades laborales».

Protesta en Rezola

Los trabajadores de Cementos Rezola en la planta de Añorga recibieron a la Inspección de Trabajo y a Osalan con una pancarta que dice «Gure osasuna ez dago salgai!». Los técnicos acudieron a comprobar la denuncia que Ezekiel Illarramendi, ex trabajador de esa empresa, realizó al haberle aparecido un mesoteiloma, un tipo de cáncer que sólo se contrae al haber inhalado fibras de amianto.

Los trabajadores y responsables del comité de ELA y LAB reconocieron que habían trabajado con ese mineral, aunque la empresa Rezola ocultó esa posibilidad. Los trabajadores de la planta de Arrigorriaga también han mostrado su preocupación por esta situación.

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