Tres puntos para la tranquilidad
El Athletic consiguió su primera victoria de la temporada como visitante, lo que le encarama a la 12ª plaza de la clasificación, con seis puntos de ventaja sobre el descenso. La nota negativa de la noche llegó con las lesiones de David López y Ander Murillo.
BETIS 0
ATHLETIC 1
Amaia U. LASAGABASTER | BILBO
Casi nadie lo habría dicho hace escasas semanas, pero el Athletic cierra 2008 con sensaciones forzosamente positivas.
Los rojiblancos no enamoran, la suya sigue pareciendo una lucha tan poco atractiva como la de eludir el descenso y, con las distancias todavía cortas, un par de tropiezos pueden volver a traducirse en una situación muy complicada. Pero el equipo cierra el año con aprobado, teniendo en cuenta que la meta de cada temporada pasa por mejorar los números de la anterior. Y lo está consiguiendo un Athletic que la pasada campaña a estas alturas tenía un punto menos y ocupaba la 13ª plaza.
Hasta el próximo cuatro de enero dormirá en la 12ª, tras una jornada en la que acompañaron los resultados. Perdieron muchos de los de abajo y los que ganaron, lo hicieron ante equipos que ahora quedan a tiro del Athletic. El resultado es un colchón de seis puntos sobre el descenso y la mitad de desventaja respecto al noveno.
El triunfo en el Ruiz de Lopera, además, acaba con una mala racha que el Athletic arrastraba desde hacía siete meses, última vez que había ganado lejos de San Mamés, y confirma la línea ascendente de los rojiblancos, que sólo han perdido uno de los seis últimos partidos, en los que han sumado trece puntos. Los dos últimos, además, han concluído con la portería de Iraizoz inmaculada.
Así que la noche acabó de la mejor manera, pese a que el partido había empezado francamente mal para el Athletic, que perdió a su banda derecha en apenas veinte minutos. Le tocó primero a David López que, mientras intentaba frenar una galopada de Juanma, acabó lesionándose en el tobillo. Sólo habían transcurrido cinco minutos de partido. En menos de un cuarto de hora, Ander Murillo siguió el mismo camino. De nuevo ante Juanma, en este caso al intentar cortar su centro, el donostiarra se lesionaba en la rodilla izquierda. Era su primer partido en una temporada en la que Caparrós ni siquiera le había llamado para completar convocatorias y sólo duró veinte minutos sobre el campo.
A Xabi Etxeita le tocó colocarse en el lateral derecho y el zorrotzarra, en su cuarta intervención con el primer equipo, volvió a cumplir. Hasta tuvo presencia en la jugada del gol rojiblanco, con chilena incluída.
Estos dos contratiempos supusieron, lamentablemente, las circunstancias más reseñables del arranque de un partido soporífero, que no despertó hasta los minutos previos al descanso, en los que, por fin, Betis y Athletic se decidieron a somarse al área rival. Probaron los bilbaínos con una acción personal de Ion Vélez, con un chutazo de Susaeta o con un balón con el que acabó trastabillándose Llorente. Y respondieron los locales con un remate de Sergio García que se fue cerca del palo, un centro de Fernando Vega que el propio Sergio García no pudo aprovechar o un balón aéreo que entre entre el delantero bético y Amorebieta estuvieron a punto de envenenar ante Iraizoz.
Pero cuando el Betis amenazaba con empezar a agobiar a los bilbaínos, éstos tiraron de efectividad para transformar en gol una escapada de Ion Vélez. La acción del navarro acabó en un córner que, tras un par de rechaces, acabó con un buen centro de Markel para que Javi Martínez, bien desmarcado, cabecease el 0-1 a sólo tres minutos del descanso.
El sufrimiento justo
Paco Chaparro no esperó para meter dinamita y el segundo tiempo empezaba ya con Pavone y Xisco, a los que poco después se uniría José Mari, sobre el césped. Efecto de los cambios o de la necesidad -la del Betis de remontar y la del Athletic de mantener-, los andaluces mandaron en el segundo tiempo. Y se acercaron a Iraizoz, que en el primer tiempo se había aburrido casi tanto como los espectadores, en algunas ocasiones, aunque sobran los dedos de una mano para contabilizar las que realmente podían haber acabado en el gol del empate.
La culpa no fue sólo del propio Betis, con un juego muy deslabazado, sino también de los rojiblancos, menos timoratos que otras veces en circunstancias similares. La prioridad del equipo, lógicamente, pasaba por mantener su exigua ventaja, pero también intentó buscar la sentencia por medio de algún contragolpe que, lamentablemente, no llegó a buen puerto.
Pero consiguió, al menos, que el segundo tiempo no se convirtiese en una continua marejada rojiblanca. La recompensa sabe a gloria. El Athletic comerá el turrón en la 12ª plaza, con un colchón de seis puntos sobre los puestos de descenso a los que, hace muy poquitas semanas, parecía condenado.
«Supercontento». Así salió del Ruiz de Lopera Joaquín Caparrós, encantado porque «creo que henos sido superiores en todo. Ellos sólo han creado una ocasión de gol, les hemos cerrado todas las vías de penetración. No hemos hecho un partido bonito –admitió–, pero sí práctico, y con una mentalidad colectiva con la que tenemos que seguir».
En definitiva, que acabó «supercontento por todo. Es el segundo triunfo consecutivo y le damos una alegría a nuestra afición, a la que estábamos deseosos de dedicarle este triunfo. Además, ha sido una semana importante para nuestra sociedad, con la Asamblea, que creo que va a servir para unirnos y ahora con estos tres puntos como guinda», destacó.
La victoria en el Ruiz de Lopera, además, confirma la buena trayectoria de un Athletic que sólo ha encajado una derrota en las seis últimas jornadas. «Queríamos esa continuidad a lo que hicimos el año pasado, siendo un equipo regular. Y regular quiere decir que eres equilibrado en tu juego. Cada equipo tiene que explotar sus condiciones, su plantilla. La nuestra tiene unas características y la obligación del entrenador es sacarles el máximo rendimiento», indicó Caparrós. «Creo que vamos en esa línea –añadió–. Hemos tenido muchísima fe en el trabajo que se estaba realizando y hay que seguir así, optimistas y creyendo en lo que se está haciendo».
Quizá por éso, al técnico andaluz no le pilla por sorpresa que, en poco más de un mes, su equipo haya pasado de puestos de descenso a la 12ª plaza de la clasificación. «Hay que ser optimistas –insistió–. Y este equipo te da motivos para hacerlo, para tener confianza. Te los da en el día a día, en Lezama, que es lo que realmente hace que los entrenadores veamos si tenemos que ser optimistas o no», concluyó. GARA