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Un Banco de semillas vasco para caminar hacia la soberanía alimentaria y evitar a las multinacionales

Recuperar «las semillas originarias de nuestros antepasados» y caminar hacia la soberanía alimentaria, para no tener que depender de las multinacionales, son los objetivos que se ha marcado la red de consumidores Elkar Sarea con la creación de un banco de semillas en Euskal Herria.

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Iñaki VIGOR

El mercado mundial de las semillas está cada vez más controlado por las multinacionales, que las patentan a su nombre y tratan de obligar a los agricultores que quieran producir a comprárselas a ellos. Esta situación está generando en muchos países iniciativas de autodefensa promovidas por productores y consumidores para intentar conseguir la soberanía alimentaria y conocer qué es realmente lo que comen.

Una de estas iniciativas la ha impulsado en Euskal Herria la red de consumidores Elkar Sarea, creada por Ekologistak Martxan, Veterinarios sin Fronteras y EHNE. Se trata de crear un Banco de Semillas del que se podrá beneficiar cualquier productor y/o consumidor que comparta este proyecto transformador. En principio, sus promotores se limitarán al acopio y conservación de semillas originarias de las especies propias de cada zona, al tiempo que elaborarán una base de datos sobre las posibilidades que ofrecerán el resto de semilleros que se coordinen a través de esta red.

«Recuperaremos las semillas originarias, las de nuestros antepasados, como patrimonio de los pueblos, y defenderemos el derecho a que no las privaticen ni manipulen genéticamente. El conocimiento y contacto con los baserritarras será la fuente de abastecimiento. Aprender de su sabiduría, ese legado de generaciones pasadas, será la metodología que usaremos en nuestra formación para hacer que perduren no sólo las semillas, sino también el modo propio de hacerlas brotar», adelanta Peio Gaio en nombre de las tres organizaciones que han impulsado la creación de Elkar Sarea.

En la medida que se vaya consolidando el proyecto, los promotores de esta iniciativa no descartan otro tipo de servicios complementarios, como pueden ser investigación, análisis, asesoramiento y formación. Además, tienen previsto editar una revista-boletín de forma periódica, donde ofrecerán su visión crítica de las actuales relaciones del comercio internacional y reflejarán las diversas actividades que genere la red.

El proyecto del Banco de Semillas no contempla inicialmente la centralización de los semilleros en un enclave determinado. «La idea es estructurarlos en función de los espacios naturales que conforma Euskal Herria, ciñéndonos más a los valles o las comarcas», explica Gaio.

Uno de los objetivos de Elkar Sarea es interactuar con otros agentes que comparten las mismas líneas estratégicas y con grupos que defienden el medio ambiente o combaten los transgénicos y el consumismo. De hecho, ya está impulsando campañas como «Etzazu mundua jan/No te comas el mundo».

«Disponer de alimentos de confianza»

Esta red se ha propuesto también fomentar las relaciones comerciales de proximidad para «disponer de alimentos de confianza para nosotros y quienes nos rodean», así como promover iniciativas de producción ecológica y de autoconsumo sostenible, justo y solidario, para lo que impulsarán talleres de aprendizaje de huerta.

«En definitiva, se trata de promocionar la soberanía alimentaria, entendiendo como tal el derecho de los pueblos a decidir qué producimos y cómo lo producimos, qué compramos y a quién se lo compramos, sencillamente para saber qué es lo que comemos», resume Peio Gaio.

Los integrantes de Elkar Sarea son conscientes de que no van a inventar «nada nuevo», ya que en la actualidad están en marcha otras iniciativas similares. Entre ellas figura la «Red de semillas Euskal Herria», en la que participan grupos como Urdaibai, Ekodenda o Ekonekazaritza, y Biolur-Nafarroa, que está impulsando proyectos de autorreproducción de semillas autóctonas en el herrialde.

Otro proyecto con más solera es el Banco de Semillas Agrarias locales de Urdaibai, que se remonta a 2001. Ese año la Federación de Voluntariado Ambiental de Urdaibai-Urdaibaiko Galtzagorriak empezó a colaborar con el sindicato EHNE, con la Red de Semillas de Euskal Herria y con Ekonekazaritza en la recuperación y valoración de las semillas autóctonas de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, para integrarlos como elementos patrimoniales y apostar por un modelo agrario respetuoso con el medio ambiente.

Durante las últimas semanas Elkar Sarea ha venido desarrollando diversas actividades para darse a conocer. Para ello, han contado con el acompañamiento de Eric Holt Giménez, director ejecutivo de «Food First», un instituto situado en Oakland cuyo objetivo es acabar con las injusticias que causan hambre, pobreza y degradación ambiental.

También han conocido de primera mano experiencias autogestionadas de producción y consumo, como la Euskal Herriko Laborantza Ganbara, en Ainitze.

contempla

la centralización de los semilleros en un enclave determinado, sino que la idea es estructurarlos en función de los espacios naturales de Euskal Herria.

«El comercio justo también existe aquí, en las relaciones con los productores de nuestro entorno»

«Entendemos que el ya manido comercio justo también existe aquí, en las relaciones con los productores de nuestro entorno, y no se circunscribe exclusivamente a las relaciones con algunos campesinos de los países expoliados, como defienden algunas organizaciones y gobiernos. Queremos desenmascarar a quienes utilizan el comercio justo como marketing publicitario y reclamo comercial». Gaio resume así otro objetivo de Elkar Sarea, a la que define como «una herramienta de transformación social». I. V.

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