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Crónica | Lotería de Navidad

Los txantxikus se llevaron El Gordo, pero la mayoría de los millones saltaron a Bizkaia

Faltaba un minuto para el mediodía cuando la vida de algunos de los vecinos de Oñati -unos pocos, todo hay que decirlo- dio un vuelco, igual que sus corazones. Eran las 11.59 cuando los niños de San Ildefonso Brandon Cabrera y Vanesa Sánchez sacaban la bolita con el número 32.365 y gritaban que lo que mostraban sus pequeñas manos era El Gordo.

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Tres millones de euros, los correspondientes a una serie del primer premio de la lotería de Navidad, fue lo que repartieron en la única administración de esta localidad guipuzcoana. Jimi Irizar, responsable del establecimiento que ha regentado su familia desde hace décadas, no tardó en recibir la visita de numerosos periodistas y algunos vecinos curiosos, y de posar sonriente, junto a su hermana Ainhoa, con el cartel que anunciaba que allí había recalado lo que ayer todos deseaban.

Según manifestó, ninguno de los agraciados había hecho acto de presencia ni se había comunicado con ellos, al menos en los primeros momentos, aunque deseó que todo el dinero repartido, quinientos millones de las antiguas pesetas, haya tocado a personas que «lo necesiten». Aseguró desconocer cómo se habían distribuido los décimos, aunque sí pudo concretar que se habían vendido en ventanilla, por lo que se supone que estará bastante repartido.

El Niño en 1963

Irizar también recordó que esta administración, ubicada en Foruen Plaza, ya repartió hace 45 años el primer premio de la lotería del Niño, que fue repartido por su abuelo. Él lleva apenas unos pocos años al frente del local, en el que también trabaja su hermana, pero ya han tenido tiempo de repartir importantes premios. Y es que, como recordó Ainhoa, sin poder ocultar su emoción, además del Gordo de Navidad, el pasado mes de octubre dieron un importante premio en La Primitiva, además de un Pleno al 15 en la quiniela, por lo que tenían el presentimiento de que este año podía ser el suyo. Acertaron de pleno.

Junto a los afortunados vecinos de Oñati, también hubo algunos ciudadanos vascos que lograron hacerse con El Gordo de rebote. Fue el caso de una quincena de trabajadores de la empresa de decoración de baños y azulejos Axulei, situada en la calle Florida de Gasteiz. La pareja de una de las empleadas compró los décimos premiados en Barcelona, y los repartió entre estas quince personas que a buen seguro ahora no sabrán có agradecerle la buena puntería que tuvo en su viaje a la capital catalana.

También sucedió al revés, ya que algunos de los décimos premiados en Oñati viajaron unos cientos de kilómetros al oeste y fueron a parar a Galiza. Un vecino de Oñati es natural de la localidad gallega de Carballiño, y este año ha intercambiado dos décimos con los propietarios del restaurante O Ateneo, del vecino municipio de Piñor de Cea, Juan Francisco Muñoz y Erundina Vázquez, que ayer no podían disimular su alegría por haber ganado 600.000 euros.

Además de en Oñati, en Gipuzkoa la lotería también dejó un importante premio en Donostia, concretamente entre los y las donostiarras que compraron su boleto en la administración número 13, situada en Amara, donde se vendió el 30.227, agraciado con un quinto premio y 50.000 euros.

40 millones en Bizkaia

En cualquier caso, la verdadera lluvia de euros cayó ayer en Bizkaia, donde fueron a parar más de 40 millones. La mayor parte de ellos corresponden al cuarto premio que recayó sobre el número 79.294, que se vendió de forma íntegra en Bilbo y que repartieron en la capital vizcaina 39 millones de euros.

En total, se vendieron 195 series de este número, y la mayor parte del mismo fueron a parar a manos de clientes de la cafetería-restaurante Metro Moyua, situada en la Gran Vía, que fue donde se repartieron todos los boletos. Según explicó uno de los encargados de este establecimiento, José Angel Gómez, el premio se ha vendido en décimos y en participaciones de diez euros, por lo que estará muy repartido entre la clientela del céntrico establecimiento bilbaino. Muchos de estos clientes no duraron en festejarlo allí mismo, donde brindaron con cava porque la suerte les había visitado. Uno de ellos fue el conocido artista del Botxo José Antonio Nielfa, La Otxoa, que no dudó en posar ante las cámaras descorchando una botella de la espumosa bebida.

Según explicó en los informativos de ETB, tiene costumbre de comprar lotería en cuatro o cinco establecimientos de la capital vizcaina, y la agraciada cafetería es uno de ellos. Junto a él también brindaron trabajadores de tiendas cercanas a este establecimiento hostelero, a quienes también les había correspondido un buen pellizco.

«En cuanto empiece a llegar la clientela, la que vamos a preparar» advertía José Angel Gómez aún a media mañana, al tiempo que, preguntado por el destino que iba a dar a lo que le había tocado, anunciaba que «ahora a celebrarlo y, en cuanto pueda, a gastarlo». Uno de los camareros, Txetxu, se apuntaba sin embargo al socorrido «tapar agujerillos» para explicar qué iba a hacer con su parte.

El responsable de la administración de lotería número 59 de la capital vizcaina, de donde salieron los boletos que acabaron en el Metro Moyua, Angel Fernández, dijo estar «muy contento y emocionado» por haber repartido el número premiado, ya que «repartir dinero es la mayor satisfacción que puede tener un administrador de lotería». «A mí no me ha tocado nada, pero no me importa» aseguraba convencido, antes de señalar que «es muy emocionante, porque te tiras años y años sin vender nada, vas tirando, pero cuando llega una de estas sabes que has hecho feliz a mucha gente».

No se trata, en cualquier caso, de la primera vez que reparte un premio importante. Hace doce años, cuando regentaba su negocio en Sestao, vendió el premio Gordo de otro sorteo de Navidad. «Era una época con mucha gente en paro, y la gente me paraba por la calle para agradecérmelo. Es una cosa que no se olvida en la vida», insistió Fernández.

En Bilbo, además de este cuarto premio íntegro, se han vendido dos quintos premios: el 36.199, en la administración número 3, en la calle Astarloa; y el 29.127, en la administración 33, en la Alameda de Urkijo. 100.000 euros en total.

Un buen pellizco al hospital

No ha sido, sin embargo, la capital la única afortunada en este herrialde. A Barakaldo también han llegado unos cuantos euros. Concretamente, un millón y medio, los que corresponden a las 30 series del 81.792, otro quinto premio. Según explicó la responsable de la administración número 7 de esta localidad de Ezkerraldea, Marisa Burgos, casi la mitad de los décimos fueron despachados en ventanilla, mientras que el resto de las series fueron a parar al cercano Hospital de Gurutzeta, lo que supone que los boletos vendidos en este centro sanitario obtendrán unos 800.000 euros. Puede que a algunos enfermos la convalecencia se les haga ahora más llevadera.

En declaraciones a Radio Euskadi, Burgos explicó que se encontraba en el coche para acompañar a su marido al médico cuando conoció que la administración que regenta había repartido el séptimo de los ocho quintos premios, momento en que se bajó del vehículo y volvió a su despacho de lotería.

Quienes seguramente hoy volverán con cara de felicidad al trabajo serán la mayoría de los empleados de la delegación bilbaina de la empresa editorial Wolters Kluwer, que tiene varias sedes en el Estado español y que jugaba con el 78.400, vendido en Madrid y al que le tocó el segundo premio. Según explicó una de las comerciales de esta compañía, Elena Casado, todo el número lo había adquirido la empresa, que se dedica al campo editorial jurídico.

«Lo mejor es que nos ha tocado absolutamente a todos los de la empresa y nadie tenía más de un décimo» se congratuló, explicando que cada uno de los empleados recibirá 100.000 euros por el boleto. Afirmó sentirse «encantada y emocionada» y detalló que utilizará los «dieciséis kilitos» para «quitar la hipoteca y comprar un coche».

Poco después se difundió que tres de sus compañeros en la sede de Bilbo, de un total de 63 empleados, no habían adquirido ningún décimo. Seguramente ellos no se incorporarán esta mañana a sus puestos de trabajo con esa cara de felicidad. Y seguramente habrán dormido poco esta noche.

Si Gipuzkoa, y en mayor medida Bizkaia -que el año pasado también recibió El Gordo, en Elorrio- fueron tocados por la fortuna en el sorteo de ayer, en Araba y en Nafarroa la suerte pasó de largo, y apenas recuperaron un puñado de los 18 y 31 millones de euros gastados.

En Araba, sólo los quince trabajadores de la citada empresa de decoración Axulei tuvieron motivos para felicitarse ayer por este motivo, mientras que en Nafarroa no tocó ningún premio de entidad. Este herrialde cumple 34 años sin ser agraciado por El Gordo, aunque el año pasado tocó un cuarto premio. Ayer, a pesar de gastar un 0,60% más que en 2007, no llegó nada de nada. Hay que remontarse hasta 1997 para recordar un premio importante, cuando en Tafalla se repartieron 1.440 millones de pesetas de un segundo premio. Desde entonces, con la salvedad del año pasado, sólo han llegado pedreas.

En total, en esta ocasión casi 45 millones de euros han tenido como destino bolsillos vascos. La mayoría irá a «tapar agujeros», pero seguramente Olentzero se portará especialmente bien en algunas casas.

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