Tres libros de necesaria consulta
No es frecuente encontrarse con la edición, en paralelo, de tres libros musicales orientados hacia la escena vasca. De hecho, lo habitual es que no se publique ninguno. Sin embargo, aquí tenemos tres propuestas impecables: un libro sobre los 50 años del rock en Bilbo, una guía global y un repaso al año mediante numerosas entrevistas.
Pablo CABEZA | BILBO
Lluvia, hierro y rock & roll. Historia del rock en el Gran Bilbao (1958-2008)» es el título de la extensa obra que ha escrito Álvaro Heras Gröh, quien tras pertenecer a dos grupos rockeros de la escena más agitada de Getxo, Painkillers y Bonzos (1986-2003), ha empeñado varios años recopilando información para completar esta visión del rock en el Gran Bilbao del último medio siglo. En total más de 450 páginas bien aprovechadas y repletas de información. Trabajo denso y complicado, pero que Álvaro ha sabido sortear con buenos recursos y muchas horas de entrevistas, buceo en las bibliotecas y visión personal. «¿Un libro sobre la historia del rock en Bilbao? ¡Menuda bilbainada! Tales fueron las palabras de Arturo Ibáñez, guitarrista de la banda de punk rock donostiarra Nuevo Catecismo Católico, una noche de concierto en Barakaldo», recuerda Álvaro mientras asiente que Arturo tenía razón y que, efectivamente, se trata de una gran bilbainada. «Aunque, eso sí -precisa Álvaro-, una bilbainada de apremiante necesidad, al menos desde un punto de vista histórico y de arraigo localista. Máxime si tenemos en cuenta que gran parte de lo que en estas páginas se narra, corría el peligro de quedar irreme- diablemente relegado al olvido».
La estructura del libro se parcela por décadas más al añadido de unos monográficos. Existe un hilo narrativo que se complementa con opiniones de músicos, especialistas y extractos de comentarios aparecidos en prensa. Además de numerosas matizaciones a modo de columnas en los márgenes del libro. Todo muy sencillo de seguir y bien documentado. A Álvaro le gustan los detalles, los matices, así que no extraña que exista una llamada de atención para contarnos, por ejemplo, que la tienda Vox se inauguró un 31 de diciembre de 1965. Fotos de época, logos y numerosos carteles pincelan cada página. De esta forma, de una simple hojeada puede recordarse que por Bilbo pasaron Suzi Quatro, la ELO, Uriah Heep, Golden Earring, Los Canarios, Los Diablos, Los Relámpagos, Los Brincos, Conexión, Los Buenos, Tom Jones, Al Stewart, Neil Young, Gary Moore, Inmaculate Fools, Nektar, Frank Zappa, Tangerine Dream... Por cierto, y al margen del libro, existe un curioso pirata de Tangerine Dream grabado precisamente en el concierto que ofrecieron en Bilbo el 31 de enero de ese 1976.
Pasada la página 235, el libro se aproxima al periodismo local en el rock, con diferentes revisiones sobre lo que fue la prensa escrita (incluida la época dorada de los fanzines) y la radio a lo largo de los 50 años tratados. En una tercera parte Álvaro Heras describe el punk en el área y sus protagonistas... La escena moderna, las drogas y otras visiones van cerrando un libro con infinitas lecturas. ¿Quedan muchas cosas que contar? Numerosas, pero, en lo básico, Álvaro Heras ha realizado un trabajo concienzudo, admirable y preciso. Como posible descuido, dejando al margen partes de la historia no contadas por una u otra razón, se echa de menos un índice con todos los nombres y las páginas donde aparecen los diversos protagonistas de la obra. «Un último apunte -señala el autor-. Espero y deseo que quien se acerque a esta obra halle en ella una fuente de genuino disfrute. También quisiera que todo aquel que se sumerja en sus páginas en busca de información detallada o datos históricos la encuentre de utilidad; y, puestos a pedir, que los grupos y protagonistas en general cuya obra y aportación aparece reflejada, sepan valorar el enorme esfuerzo que esta empresa ha requerido. La materialización de cualquiera de las citadas aspiraciones lograría que este autor se diese por satisfecho».
En líneas generales, objetivo cumplido, aunque la juventud de Álvaro y el hecho de no vivir en primera persona muchos de los episodios relatados, le impiden relacionar personas, singularidades y detalles que convertirían el libro, al margen de lo que es, en un escrito más cálido, próximo y costumbrista.
Cada dos años, en Gaztesarea se cuelgan el teclado al cuello y comienzan la recopilación de grupos para Musikagida, publicación que va ya por su tercera edición. «El proyecto de Musikagida surge desde la página web Gaztesarea y desde la sección musical Musikale, hace ya unos seis años. La idea principal es dar a conocer a todas esas bandas que ensayan en lonjas y locales de ensayo y que no tienen medios para darse a conocer más allá de su pueblo o provincia. De la misma, queríamos poner en manos de gaztetxes, bares y colectivos una serie de nombres que no eran los habituales y que seguramente desconocían. Los objetivos se han cumplido con creces. Lo mas importante para nosotros es el saber que se está usando, bien sea a titulo personal por muchos musikazales para conocer nuevas bandas, por gaztetxes para organizar conciertos o por radios libres y programas de música», concreta Koldo Otamendi, uno de los voluntariosos hombres dato de esta adorable enciclopedia alternativa, siempre a mano en la mesa de redacción de Gara.
La información se distribuye de forma clara y esquemática: foto, biografía, discografía y contacto. Así, sistemáticamente, hasta lograr un compendio informativo considerable. El bloque denso son los contactos, distribuidos por herrialdes, pero «Musikagida 09» se inicia con un reportaje sobre las licencias libres -la guía no incluye grupos socios de SGAE- y se cierra con una excelente galería de fotos tomadas en vivo. Dos complementos que amplían la visión de esta singular recopilación de datos. «La filosofía de Musikagida avanza desde su inicio. La primera idea era hacer una guía con bandas que no estuvieran en discográficas, pues pensábamos que las que se encuadraban en discográficas ya contaban con una estructura para darse a conocer con cierta facilidad. Este año, entre las condiciones estaba la de nos ser miembro de SGAE ni de SACEM. Es verdad que se han quedado por el camino bandas interesantes por estar en una de ellas, pero la apuesta por la música libre en Gaztesarea es total. Cada banda puede decidir cual es su camino (y es muy lícito), pero, nosotros apostamos por estas vías, fuera de la mano negra de cualquier asociación. No estamos para nada de acuerdo con la filosofía de la SGAE o SACEM y su forma de trabajar no nos parece justa. Creemos firmemente en la filosofía DIY (háztelo tu mismo) y en los caminos alternativos».
Lo normal es que el músico sea perezoso en cuanto a dinamizar su trabajo y dar cuenta de su existencia, y que necesite multitud de estímulos para que se moleste en promocionar su música. Con todo, desde Musikagida no se ha querido intervenir en el proceso de inscripción. «Los músicos, por encima de todo son músicos, y crear música es su principal dedicación. No son muy dados a cosas como promociones y entrevistas. Cuando abrimos el plazo de inscripción de Musikagida teníamos muy claro que era indispensable la implicación de las bandas para que el proyecto fuera interesante. En ese sentido, en esta guía no hay ni una banda que no haya puesto interés por estar en ella. El equipo de trabajo de Musikagida lo formamos gente del entorno musical: músicos, periodistas, gente que monta festis, peña de gaztetxes, de radios libres... En ese sentido, si nos hubiésemos puesto a elaborar listas de bandas, pasaríamos con creces las 350 que forman finalmente Musikagida. Pero esa no era nuestra intención. La guía la entendemos en dos direcciones, y por eso nosotros queríamos implicación, un mínimo de compromiso por parte de los músicos. Siempre decimos que la Musikagida es la punta de un gran iceberg que es la música en Euskal Herria. La verdad es que ha sido un pequeño infierno el tema, porque son un montón de pequeños detalles que hay que tener en cuenta: conseguir fotos de buena calidad, arreglar biografías, completar discografías, pero aquí está y estamos muy contentos», comenta Otamendi.
Regreso puntual al papel de la revista «Entzun!!» (desde hace meses consultable vía on-line) con un libro que reúne a un buen número de entrevistas rápidas más algunos artículos de extensión mayor, además de varias páginas con fotos de conciertos, tanto locales como internacionales. Las casi 150 páginas se completan con comentarios de discos y un cedé recopilatorio. En el apartado de entrevistas se charla con El Columpio Asesino, quienes, de paso, el próximo 16 de enero en la sala Tótem de Atarrabia celebran su décimo aniversario con un concierto repleto de invitados, además de una nueva edición de «La Gallina» preparada para ese mismo mes. Half Foot Outside presentan su nuevo disco, como ocurre con Kaskezur, que estrenaron álbum en este pasado otoño. Zein? Y Ama Say hablan de su vuelta al disco y a los escenarios. El quinteto Cool Circus habla de su primer disco bajo soporte vinilo, repleto de rock and roll guitarrero. Lauroba también repasan la reciente edición de su nuevo álbum. Revolutionary Brothers y Bad Sound System charlan sobre su música de calle y pista. Desde Sakana Hesian matizan su disco debut y Kerobia su mini cedé, ambos discos publicados bajo licencia Creative Commons. Con Sök y Naizroxa aún no se ha llegado a la mitad de su páginas, por lo que cabe imaginar la densidad de nombres, preguntas y respuestas. We Are Standard, Teresa Iturrioz e Ibon Errazkin son los siguientes invitados. Prolongando la variedad estilística del compendio, llegan Jon Ulecia y Cantina Bizarro y Pòg Mo Thón. Fermin Muguruza completa la entrevista más amplia, cuatro páginas. En cuanto a reportajes y artículos los protagonistas son, entre otros: Bo Diddley, Josetxo Anitua, The Smith, el viejo mundo del casete, Monster Records, Itoiz, Serge Gainsbourg, el rock and roll en el cine, Vómito, Eten, Layo Raser...
En conjunto, y siguiendo la claridad de maquetación que siempre tuvo la versión impresa de «Entzun!», elegancia y estilización en las formas, permitiendo una cómoda lectura y sin caer en lo superfluo. Precio, 15 euros.