Merced Villa Responsable de ELA en la Administración General
Utilización indebida de dinero público
No dudan en tergiversar datos ante los parlamentarios y ahora, en el no va más, tampoco ante la opinión pública
Me parece un escándalo de primer orden la utilización de toda una página en los medios de comunicación, por parte del Gobierno Vasco, a instancias, sin duda, de la vicelehendakari y responsable de la Función Pública para, con dinero de todos los ciudadanos, pretender defender su postura en un conflicto local con los sindicatos.
La vicelehendakari, incapaz de negociar, no ha dudado en malgastar dinero público para, falseando los datos y con una demagogia vergonzosa, tratar de poner a los ciudadanos en contra de los empleados públicos.
La pérdida, la semana pasada, de la votación en la Comisión del Parlamento, en la que la supresión del art. 22 de la Ley de Presupuestos salió a favor por los votos negativos de PP, EHAK y las abstenciones de ARALAR, PSE, IU Y EA, dejando solo al PNV en su defensa, la ha debido poner muy nerviosa y, no contenta con presionar a los partidos, llega al extremo de utilizar dinero público para «salvar la cara» públicamente a costa de hacer una interpretación torticera de los datos y falseando el resultado final.
Voy a explicar qué son los «moscosos» o días de asuntos particulares. En el Estatuto Básico del Estado se conceden como permiso retribuido seis días al año. Estos días se reducen de la jornada establecida en cada administración que no tenga ya regulado un permiso similar. Este es el caso de de la CAPV. En la Administración General de la CAPV no existe permiso alguno de tiempo retribuido a disfrutar dentro de la jornada de 1.592 horas anuales.
Entonces ¿por qué tenemos unos días y unas horas para disfrutar cada año? Porque, cuando se acordó la mal llamada jornada de 35 horas semanales, el propio Gobierno Vasco impuso como condición que la jornada partida, de más de ocho horas al día, no se modificara. Ello obligaba de facto al disfrute de días libres, puesto que era la única manera de hacer efectiva la reducción de jornada hasta las 1.592 horas anuales pactadas, ya que, de no hacerlo así, a principios de Diciembre todo el personal habría cumplido la jornada acordada.
Esta es la situación real, bien distinta a lo que sucede en Osakidetza (jornada efectiva anual de 1.550 horas) y Justicia (1.557 horas). Estos son los dos sectores de Gobierno que disfrutan de esos seis días. En la Administración Local y Foral negociaron y acordaron, por cierto, con el mismo partido de la vicelehendakari, cómo y cuando disfrutar de esos seis días. ¿Por qué no es posible en la Administración General? ¿No escuchan al lehendakari cuando dice que la soberbia es la causa de los males de esta sociedad?
No, no me ha sorprendido esta manipulación de datos porque la manipulación forma parte intrínseca del modo de actuar, desde hace mucho tiempo, de los responsables de la Función Pública Vasca en cuanto a las relaciones laborales se refiere. No dudan en tergiversar datos ante los parlamentarios y ahora, en el no va más, tampoco ante la opinión pública.
Por cierto, hay que decir que el art. 22 de la Ley de Presupuestos de la CAV va aún mucho más allá de los seis días, regulando en dos párrafos la práctica anulación del derecho de negociación colectiva en dos asuntos fundamentales: la jornada y las retribuciones. Así lo entendieron todos los grupos parlamentarios, salvo el PNV, en la Comisión. Confío en que por el respeto que merece la negociación colectiva los grupos parlamentarios mantengan sus posiciones el día 29, día de la votación definitiva.