Zapatero dice que ETA fue lo peor del año y lo fía todo a las FSE
Como han hecho otros presidentes de los gobiernos españoles en coyunturas similares, José Luis Rodríguez Zapatero aseguró ayer en su comparecencia de fin de año que «no habrá más oportunidades» para ETA, a quien apuesta por combatir y derrotar por la vía policial. Al mismo tiempo, el presidente del Gobierno español admitió que la peor noticia del año para él «y para cualquier presidente» han sido los atentados mortales de esta organización.
GARA |
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quiso despedir el año con un mensaje especialmente duro en contra de una solución negociada. Como ha ocurrido también con otros mandatarios anteriores en coyunturas de enfrentamiento abierto, Zapatero aseguró que «ya no habrá más» proce- sos de este tipo.
El líder del PSOE ofreció a los medios una declaración leída con titulares como éste: «La democracia ha dado tres oportunidades a ETA de terminar su indigna aventura de crímenes sin sentido. ETA ha desperdiciado las tres oportunidades. Ya no habrá más».
En la línea triunfalista habitual de estos discursos de balance de año, Zapatero consideró también que «en los últimos meses la democracia ha avanzado en su lucha contra el terrorismo y el terrorismo ha retrocedido en su lucha con la democra- cia». Opinó que ETA «ha sido derrotada política y socialmente», y vaticinó además que ahora lo será «operativamente».
Tras exponer su apuesta única por la vía policial, Zapatero fue preguntado por una periodista sobre cuál había sido su mejor y su peor momento del año. Respondió sin ápice de duda que las coyunturas más duras han sido las que han sucedido a atentados mortales de ETA, sin concretar ninguno, y dijo que son los momentos más duros «para cualquier presidente».
Giro en el discurso
Antes, tras incidir en su negativa a hacer movimientos hacia la búsqueda de una solución, el líder español ya había puesto por delante que ETA «aún puede matar vilmente», pero aseguró que no conseguirá sus objetivos y que todos sus activistas serán detenidos por las FSE, «igual que lo han sido sus dirigentes».
Varios medios recalcaron la contundencia de las declaraciones de José Luis Rodríguez Zapatero, que en los últimos meses ha utilizado expresiones como «combate» o ayer «guerra» como forma de referirse a su posición ante ETA. Sin embargo, durante el proceso de negociación y en la fase inmediatamente posterior, el presidente del Gobierno español expuso en numerosas ocasiones y en diferentes medios que había cumplido con su deber de buscar la paz, que ningún presidente renuncia a ello y que él tampoco pensaba hacerlo.
Este fue el término que utilizó el presidente español para referirse a ETA. Rodríguez Zapatero dijo que «todos conocemos el final de estas guerras: la democracia prevalecerá».
Afirmó que el Estado español le había dado ya tres oportunidades a la organización armada, en supuesta alusión a los contactos de Argel de 1989, a los del Gobierno de Aznar de 1999 y a los del Ejecutivo Zapatero entre 2005 y 2007.
Pese a que la noticia fue recogida prácticamente por todos los medios, que resaltaron su carácter inusitado, ni el presidente del Gobierno español en su comparecencia de ayer ni ninguna otra fuente oficial han aludido estos días al comunicado de diez ciudadanos vascos que daban a conocer su decisión de ingresar en ETA. Cuatro de ellos decidieron incluso mostrar su rostro.
Mientras el Gobierno español ha decidido responder con el silencio, tanto portavoces del PP como el consejero de Interior de Lakua, Javier Balza, han calificado tal anuncio de «propaganda» y han pedido que se le conceda el menor eco posible.
En una entrevista a Herri Irratia, el militante de la izquierda abertzale Tasio Erkizia fue preguntado ayer por esta noticia. Consideró que se trata de un hecho que debería mover a una «reflexión profunda. Cuando hay ciudadanos que llegan a esa conclusión es porque hay unas condiciones que posibilitan eso. Es una gran preocupación para nosotros, y tendría que serlo también para el resto de las formaciones políticas». Apostó por actuar para que «todo el mundo pueda escoger el camino del debate político y del trabajo político».
