Alonso (PP) también cree que el juicio al diálogo es «del pasado»
El juicio al diálogo político que comenzará el 8 de enero en Bilbo acumula muestras de rechazo e incomprensión. Juan José Ibarretxe reiteró ayer que lo considera «una enorme estupidez». Incluso desde la derecha española, que ha forzado la vista a través de grupúsculos ultras, se pone en duda su valor. El ex alcalde de Gasteiz, Alfonso Alonso, invitó ayer a su partido a «mirar hacia adelante» y admitió que considera que este juicio es algo «del pasado».GARA |
Juan José Ibarretxe, lehendakari; Patxi López y Rodolfo Ares, dirigentes del PSE; y los miembros de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi, Pernando Barrena, Joseba Permach, Rufi Etxeberria y Olatz Dañobeitia están citados el próximo 8 de enero en la sede del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, en Bilbo, para ser juzgados durante tres semanas por celebrar reuniones de carácter político. La vista oral, sin precedentes por la identidad de quienes se sentarán en el banquillo, no deja de acumular muestras de estupor.
El presidente del PP en Araba, Alfonso Alonso, se sumó ayer a quienes no comprenden este juicio y tratan de restarle importancia. Planteo a su partido que «lo que tenemos que hacer es tratar de mirar hacia adelante, lo que viene del pasado no es muy bueno y tenemos que superarlo entre todos».
Pese a que el juicio ha sido forzado por las denuncias de organizaciones de ultraderecha, Alonso no elogió que el caso haya llegado hasta la vista oral, sino que prefirió resaltar que los ocho políticos citados van a ser juzgados por cuestiones «del pasado», según declaró en Radio Euskadi.
Ibarretxe y López
La presencia de Ibarretxe entre los procesados ha servido a muchos medios para dar su nombre a este proceso. A apenas dos semanas de la vista, el lehendakari denunció ayer en los micrófonos de Radio Vitoria que este caso supone «una enorme estupidez y un sinsentido desde el punto de vista jurídico y desde el punto de vista político».
Ibarretxe se quejó de la diferencia de trato respecto a mandatarios españoles como el presidente del Gobierno: «No pue- de ser que Zapatero hable con ETA -y eso me parece bien- y no cometa ningún delito, y sin embargo si yo me reúno con representantes de la izquierda aber- tzale esté cometiendo un delito», censuró.
Valoró que «se trata de un juicio político, por hacer política en pleno siglo XXI» y añadió que «es absolutamente incomprensible». «Dicho esto -añadió Juan José Ibarretxe-, no me va a distraer ni un minuto el juicio, aunque sé que vamos a tener que estar ahí cada día, durante no sé cuántos días. No me va a distraer de seguir tomando las decisiones que hay que tomar en este país, de enfrentarnos a los problemas que tenemos, como remontar la crisis económica», apostilló.
Desde el PSE, su líder, Patxi López, también trata de dar un perfil bajo a este juicio, como si se tratara de un simple trámite molesto. Preguntado ayer por ``El Mundo'' sobre si cree que le puede perjudicar una foto con Otegi o Ibarretxe en el mismo banco a tan poco tiempo de las elecciones, López estimó que «un mes en el banquillo no es bueno para nadie, pero como lohacemos con total normalidad, acatando las decisiones de la Justicia, esperemos que no nos perjudique. No hemos presentado ningún testigo porque tenemos muy claro que no cometimos ningún delito y nos vale con nuestra propia declaración. Sin embargo, quien dice tener la conciencia tranquila se ha preparado para un desfile de expertos que van a venir a hacer una campaña de apoyo a la mayor gloria de Ibarretxe», se quejó el secretario general del PSE.
Ibarretxe dijo ayer que este juicio «no me va a hacer perder ni un minuto, aunque tenemos que estar allí cada día». Y López se quejó de que el lehendakari presente muchos testigos «a su mayor gloria».
JUECES
Alfonso González Guija, juez decano de Bilbo, admitió en «El País» que entiende que la vista se pueda considerar «una barbaridad». Se dirigió incluso a la opinión pública para pedirle «que esté lo menos irritada posible».