El sondeo electoral se hizo antes de que EA anunciara que irá sola
Las entrevistas del informe electoral del Euskobarómetro se hicieron antes de que EA anunciara que no concurrirá con el PNV a los próximos comicios, un dato de innegable relevancia que los autores han pasado por alto. Además, parten de la hipótesis de que la izquierda abertzale pedirá la abstención, y no estima cuántos votos obtendría en los comicios.
Iker BIZKARGUENAGA |
El equipo del Euskobarómetro de la UPV, que dirige Francisco Llera, dio a conocer ayer los resultados del informe sobre las estimaciones electorales de cara a los comicios de marzo. En grandes titulares, las conclusiones que se extraen del sondeo realizado entre 1.200 personas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa -400 por herrialde- es que el PNV ganaría las elecciones, con un 34% de los votos -400.000-, aunque se daría un empate técnico entre la formación jeltzale y el PSE, que obtendría un 31% de los sufragios, unos 350.000.
Otras de las conclusiones que subrayan los autores del estudio es que el PP sería tercero, «con 180.000 votos y alrededor de un 16% del voto válido», que «la alternancia es muy probable» y que «la representación de los partidos autonomistas alcanzaría, por primera vez, la mayoría absoluta en el Parlamento».
También señala que Ezker Batua cosecharía 50.000 votos y 3 escaños, EA 50.000 votos y entre 2 y 4 parlamentarios, y Aralar, unos 30.000 votos y un asiento en la Cámara.
Sin embargo, en la ficha técnica se puede observar que las entrevistas realizadas para elaborar el estudio se hicieron entre el 15 de octubre y el 7 de noviembre. Es decir, que concluyeron tres días antes de que la formación de Unai Ziarreta anunciara, en una escueta nota de prensa, que esta vez no irá a las elecciones en coalición con el PNV. Este dato, sin duda, tiene una gran relevancia en las expectativas de los posibles electores, que cuando les preguntaron no sabían con certeza si Juan José Ibarretxe volvería a ser el cabeza de cartel de ambas formaciones. Los autores del estudio no explican si han pasado por alto este dato o no lo han considerado relevante para su sondeo electoral, aunque sí destacan que EA «obtendría su peor resultado en solitario».
Elimina a la izquierda abertzale
Siguiendo adelante con el particular trabajo demoscópico del equipo de Llera, éste señala que «la izquierda abertzale ilegalizada cuenta con una intención directa de voto de alrededor del 7% o unos 100.000 electores».
Y a renglón seguido viene otro de los elementos, más allá de las conocidas filias y fobias del director del Euskobarómetro, que permite leer la encuesta en su letra pequeña. Porque a continuación afirma que «todo apunta a que se quedará -la izquierda abertzale- fuera del Parlamento y promoverá, de nuevo, la abstención».
Los autores no especifican a qué dirigente independentista han preguntado sus intenciones electorales, pero está claro que esta premisa interesada altera todo el sondeo.
En primer lugar, haciendo que las estimaciones en porcentaje y número de escaños de todas las formaciones estén sobrevaloradas, ya que, por ejemplo, el 34% de votos válidos que se le atribuye al PNV sin la izquierda abertzale, sería inferior si una opción independentista pudiera concurrir. Igual pasa con el número de escaños, ya que habría más fuerzas para repartir el mismo número de electos. Así sucede con el 31% del PSE, el 16% del PP, el 5% de EB, el 4% de EA, el 3% de Aralar y el 2% de UPD, que tienen como hipótesis que la izquierda abertzale no estará.
Algo parecido sucede cuando los analistas de la UPV atribuyen la mayoría absoluta a los «partidos autonomistas», es decir, a PSE y PP. Para poder decir esto, han tenido que eliminar de la ecuación a cualquier opción de la izquierda abertzale. Además, resulta llamativo que hagan hincapié expresamente en esta eventual mayoría parlamentaria y pasen por alto un posible acuerdo PSE-PNV.
Otro de los aspectos que puede ayudar a interpretar los datos ofrecidos por el Euskobarómetro, y más concretamente, la representación que se le atribuye a la izquierda abertzale, es la diferencia entre la intención directa de voto y la estimación de voto que finalmente hacen los escuestadores.
En el caso de la izquierda abertzale, sostienen que tiene una intención directa de voto del 6,9%, y lo cifran en unos 100.000 sufragios. Y ahí lo dejan, porque como según el estudio se va a abstener...
Sin embargo, para que el lector entienda a qué se están refiriendo, se puede citar que al PP le dan una estimación directa de voto del 3,2%, lo que según estos parámetros, significarían 46.000 votos. Obviamente, sería una sorpresa que el partido de Basagoiti sólo obtuviera este número de sufragios. Lo que hacen los responsables del estudio es aplicar «un modelo de estimación a los datos directos» o, como coloquialmente se conoce, hacer trabajo de cocina. En este caso, tras pasar por este tamiz, al PP le otorgan un 16% y 180.000 votos. Todo un salto.
Sin ir a los extremos de este partido, que quintuplica su estimación, o al del PSE, que casi lo dobla -del 17,5% al 31%-, si se aplicara a la izquierda abertzale la misma «cocina» que al PNV, partido cuyos votantes no suelen tener problema en declararlo, saldría un resultado de un 15% y unos 170.000 votos. En 2005, EHAK obtuvo 150.000. No es un dato desdeñable considerando en qué situación se encuentra la izquierda abertzale, cuyos simpatizantes ni siquiera saben qúe sucederá en marzo.
Y es que, por ejemplo, en Gipuzkoa PSE e izquierda abertzale empatan en intención directa -en torno al 12%-, y al partido de Patxi López le otorgan una estimación de voto del 32% y 9 escaños, una vez eliminada la opción independentista.
La izquierda abertzale, por otra parte, logra el tercer lugar en «simpatía» tras PNV y PSE.
Voto «muy válido y muy útil»
Antes de conocerse los datos del sondeo, el militante independentista Tasio Erkizia se mostró convencido de que en las elecciones el voto de la izquierda abertzale «va a ser muy válido y muy útil». En una entrevista concedida a Herri Irratia, Erkizia valoró que «el andamiaje político institucional construido en estos 30 años está en crisis» y opinó que «sigue habiendo una gran oportunidad para superar la situación de bloqueo actual».
A la izquierda abertzale le dan una intención de voto directa de 6,9% y 100.000 sufragios. Si luego le aplicaran la misma cocina que al PNV -al PSE y al PP le suben mucho más-, finalmente le saldría un 15% y 170.000 votos.
A pesar de que el estudio concluye que «la alternancia es muy probable», un 52% de los votantes del PSE cree que ganará el PNV, y sólo un 37% de los electores del partido de Patxi López confían en su victoria.
El PSE, en precampaña desde hace varios meses, no ocultó su satisfacción por los resultados del Euskobarómetro, y su secretario de Organización, Rodolfo Ares, afirmó que esperan obtener «el respaldo suficiente» para que su candidato, Patxi López, sea investido lehendakari.
Ares, en una comparecencia ante los medios, se refirió al «éxito histórico» de su partido en las últimas elecciones al Congreso español, donde ganó al PNV en la CAV, y consideró que junto a la encuesta del equipo comandado por Francisco Llera «refleja una tendencia ascendente» del número de votos del PSE. Incluso el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, se congratuló por «la evolución tan positiva y favorable» de Patxi López.
GARA