Cientos de personas se manifestaron y cortaron la carretera a la altura del distrito de Maiwand, en la provincia sureña de Kandahar, en protesta por la muerte de once personas en un bombardeo estadounidense.

El mando ocupante aseguró que los muertos eran milicianos talibán acusados de múltiples atentados con bomba en las carreteras de la provincia. Por contra, los manifestantes identificaron a las víctimas como civiles. Un responsable afgano local se limitó a señalar que entre las víctimas se hallaban «algunos milicianos talibán».

En la provincia vecina de Helmand tres policías murieron en un atentado con bomba. En Herat, al oeste del país, un kamikaze se lanzó contra un convoy estadounidense hiriendo a un soldado y a un mercenario extranjero.