Un garaje de dos plantas ubicado en la calle Pérez de Goiena, de Uharte, se derrumbó en parte y provocó daños materiales en seis vehículos estacionados en su interior, pero no se produjeron heridos. De esos seis coches, dos quedaron totalmente destrozados. La zona hundida abarcaba aproximadamente 90 metros cuadrados y el número 26 de la citada calle resultó el más afectado, pero también alcanzó a los números 24 y 28.

El incidente se conoció poco después de las 13.00 horas de ayer, tras un aviso a SOS-Nafarroa. Desde este centro se envió una ambulancia al lugar del suceso, que finalmente no fue necesaria, y también a bomberos del parque de Iruñea y agentes de la Policía Foral.

En el momento de producirse el derrumbe había varios vecinos sacando el coche del garaje, pero no sufrieron daños. El estruendo sonó «como un terremoto», según relató un vecino, y se escuchó a unos 150 metros de distancia, lo que generó un nerviosismo generalizado.

«Las casas están muy cerca del río Arga. El pasado verano ya habíamos detectado filtraciones de agua y habíamos hecho reclamaciones a la promotora a través de la comunidad de vecinos», informó una de las personas afectadas. La indignación entre los vecinos fue resumida por uno de ellos diciendo que era «la crónica de un derrumbe anunciado».

Los bomberos y personal de la empresa constructora acudieron al garaje para estudiar posibles formas de apuntalar la zona afectada por el derrumbe. La existencia de grietas y el excesivo volumen de tierra encima de los garajes hacía temer nuevos derrumbes, por lo que una excavadora estuvo extrayendo tierra para retirarla en camiones.

Nada más conocerse la envergadura del derrumbe, los vecinos del edificio que se encuentra situado encima del garaje siniestrado fueron desalojados de sus viviendas y permanecieron cuatro horas en la calle, pero en la misma tarde de ayer se les permitió volver a sus casas tras asegurarles que no corrían peligro. No obstante, algunos de ellos comentaron que no se iban a quedar a dormir allí por temor a lo que pudiera ocurrir.

Al lugar también acudieron el alcalde, concejales y el arquitecto municipal. Por su parte, la Policía Foral se encargó de estudiar las causas del hundimiento y retirar los coches que habían quedado dentro del garaje.