Zardari defiende la vía del diálogo para resolver la crisis entre Pakistán e India
El presidente de Pakistán, Asif, Ali Zardari, aseguró ayer que su país no quiere «hablar de guerras o venganza» y apeló al diálogo para resolver la escalada de tensión con India tras los atentados de Mumbai. Decenas de miles de personas homenajearon a Benazir Bhutto.
GARA |
Pakistán conmemoró ayer el primer aniversario de la muerte en atentado de la ex primera ministra Benazir Bhutto con el Gobierno de su viudo, el presidente Asif Ali Zardari, inmerso en una peligrosa escalada de tensión con India. El acto más significativo tuvo lugar en el mausoleo de Naudero, hasta donde se desplazaron sus familiares, la cúpula de su partido y decenas de miles de seguidores, que cubrieron su tumba con pétalos de flores. Allí Zardari afirmó que Pakistán «cree en el diálogo» y apostó por éste como el «camino a seguir» para hacer frente a la crisis con su vecina India, agravada tras los atentados de Mumbai.
«Toda la región sufrirá en caso de guerra. No queremos hablar de guerras o venganza», subrayó con semblante serio. «La solución a los problemas de la región (...) es la política, el diálogo y la democracia en Pakistán, ya que la democracia forma parte de la solución y no del problema». Añadió que «las democracias sólo pueden hablar con el lenguaje adecuado a otras democracias (el diálogo)» y tras defender que «la democracia ha triunfado en Pakistán» agregó que el país «está preparado para sacrificar más vidas» por ella.
Además de su apuesta por el diálogo para solucionar la nueva escalada de tensión entre ambas potencias nucleares, que ha llevado a EEUU y a Rusia a hacer un llamamiento a la calma a las dos partes, Zardari pidió a India que no dicte a su país cómo debe actuar ante las organizaciones islamistas y garantizó que Islamabad actuará por iniciativa propia para hacer frente a estos grupos. «Pakistán ha demostrado sus aptitudes en numerosas ocasiones, no tiene que ponerlas a prueba», sostuvo.
Poco antes, su primer ministro, Yousuf Reza Gilani, se expresó en el mismo sentido al señalar que Pakistán no iniciaría una guerra contra su vecino indio salvo que fuera provocado por éste.
El ministro indio de Asuntos Exteriores, Pranab Mukherjee, volvió a solicitar ayer a Islamabad que hiciera más para desarticular la organización Lashkar-e-Taiba, a la que Delhi responsa- biliza de los atentados de Mumbai, que se saldaron con 172 muertos.
Según informaba ayer la prensa paquistaní, unos 20.000 soldados suplementarios podrían haber sido desplegados a lo largo de la frontera con India.
Más de 150.000 paquistaníes acudieron a la tumba de Benazir Bhutto para homenajearla en el primer aniversario de su muerte, que sigue sin esclarecer. Miles más lo hicieron en otros puntos del país.